Igual piensa que haces un desayuno saludable y en realidad es todo lo contrario. Se trata de acertar con una combinación de
alimentos que te den energía sin aportarte grasas ni azúcares. Porque un desayuno bueno es aquel que incluye fibra, proteínas y grasas saludables que te llenen de vitalidad y haciéndote sentir llena. Si eres de las que jamás te puedes saltar el desayuno, aprende cuáles son aquellos alimentos que nunca deberían formar parte de tu primera comida del día.

Cereales, uno de los peores alimentos que comer en el desayuno

Mucha gente piensa que los cereales para el desayuno son una opción nutritiva para niños y adultos. Error. Los cereales típicamente comerciales son altamente procesados y nada beneficiosos para la salud. Incluso aquellos que se venden con la etiqueta de «enriquecidos». Realmente, contienen principalmente cereales refinados (no integrales) y azúcar, relacionados siempre con obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y otras afecciones crónicas de salud. Si quieres cereales, elige siempre integrales y ricos en fibra.

Tortitas y waffles, una bomba para tu dieta

Las tortitas y los waffles están de muerte y son las estrellas del desayuno en muchas cafeterías. Pero contienen harina, huevos, azúcar y leche que se cocinan para llenarte de grasas y calorías. Y si luego le añades esos ricos siropes o natas, ya tienes una bomba de relojería para tu dieta. Propicia la resistencia a la insulina y aumenta el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y otras enfermedades.

Tostadas con margarina son harinas refinadas con trans

Otro de los grandes clásicos del desayuno. Pero es poco saludable por dos razones: primero, porque la harina de la mayoría de los panes es refinada y proporciona pocos nutrientes y fibra; y segundo, porque la mayoría de las margarinas contienen grasas trans, el tipo de grasa menos saludable que puedes comer.

Yogur azucarado sin grasa, peor que un helado

Un tazón de yogur griego natural de leche entera cubierto con arándanos es un gran ejemplo de un desayuno saludable. Pero un yogur de frutas sin grasa y endulzado con azúcar no lo es. De hecho, esos yogures sin grasa que te venden luego contienen más azúcar que una porción similar de helado. También carece de esa grasa de la leche natural que ayuda a aumentar tu sensación de estar llena. (enlace)

Magdalenas y muffins, esos pequeños pasteles disfrazados

A pesar de gozar de una extraña reputación de saludables, la mayoría de los muffins son en realidad pequeños pasteles disfrazados. Están hechos de harina refinada, aceites vegetales, huevos y azúcar. Además, las magdalenas que se venden comercialmente suelen ser muy grandes. Y si se cubren con
azúcar adicional o chispas de chocolate, ya tienes el combo completo.

Zumo de frutas, cuidado con el azúcar

Quizá te sorprenda, pero el zumo de frutas es una de las peores decisiones que puede tomar si está tratando de evitar el hambre, el aumento de peso o las enfermedades crónicas. Por descontado, los
zumos envasados son terribles porque en realidad tienen muy poco zumo natural y muchos azúcares. Pero es que incluso el zumo de fruta cien por cien natural también contienen mucho azúcar.

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Bollos con mermelada y crema, hambre permanente

Los bollos cubiertos con mermelada son más un postre que una comida. Tienen harina de trigo refinada, mantequilla y azúcar con una buena colección de aromas supuestamente apetecibles. Por lo general, se cubren con crema y mermelada o jalea. El resultado final es un desayuno rico en calorías y azúcar, pero con poca fibra y proteínas. A la parte que genera más hambre, lo que aumenta la ingesta de alimentos y el peso.