Un vecino de barrio Mirizzi (Viña del Mar 5054) se comunicó con este medio para denunciar un presunto mal accionar policial tras sufrir el robo de su camioneta.
El hecho ocurrió a las 13,30 horas de hoy domingo por avenida Vélez Sarsfield al 5000, en la zona sur de la ciudad.
José Piscitello se bajó de su Fiat Fiorino color blanca patente HKY 503 para hacer una compra en una carnicería de la zona y al salir a los pocos minutos, el utilitario había desaparecido.
“Todo sucedió muy rápido: entro a la carnicería, me corta dos kilos de aguja, pago y cuando salgo no estaba más la camioneta”, describe Piscitello. “Una señora que estaba ahí llama automáticamente a la policía y a los diez minutos llega un móvil, una cuatro por cuatro, y me piden que suba para ir en búsqueda de mi camioneta”, relata el damnificado a La Décima.
“En ese momento, un hombre se acerca y nos dice que el que robó mi camioneta, o sea el ladrón, dejó el auto estacionado ahí; un Volkswagen Polo bordó. Entonces uno de los policías se baja, toma el número de patente y luego viene otro patrullero y le ordena que se quede a cuidarlo, también se queda mi hermano”.
A la hora, Piscitello cuenta que mientras era “paseado” en el patrullero por los barrios de la zona sur para dar con su camioneta, su hermano lo llama desesperado para contarle que “los choros habían vuelto a buscar el auto y que el móvil ya se había ido”. “Entonces -sigue el relato- yo llamo a la Policía para contar esto y me dicen que no tienen idea de qué auto le estoy hablando”.
“Siento una impotencia enorme porque es algo ilógico lo que ha pasado, es increíble”, dice. “Dejaron solo a mi hermano cuidando el coche y no se iba a meter con los tipo que capaz le pegan un tiro”, señala.
La impotencia del damnificado es porque en vez de secuestrar de forma inmediata el presunto auto de los malvivientes, el móvil que custodiaba el auto se fue del lugar y permitió que los ladrones vinieran por él.
“No sé qué más hacer, estoy cansado hermano porque ya me robaron dos motos, la última vez arrastraron de los pelos a mi mujer, y ahora me roban el auto que uso para el trabajo, me dejaron sin nada”, dice, indignado.
Piscitello dice que usaba la camioneta para repartir productos de almacén en la zona. Se trata de un nuevo emprendimiento que encaró luego de perder su trabajo principal como cantante por la llegada de la pandemia y la cuarentena.
“Yo soy el cantante del Cosmic Bowling, allí trabajé quince años con mi señora, y ahora que buscábamos volver a salir adelante nos pasa esto, un robo tras otro, primero las motos y ahora el auto, no damos más”.
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