Con más de veinte años de carrera, Cesc Gay ha sabido retratar en distintas pantallas y escenarios a las diferentes generaciones que han ido pasando por su vida. De ‘Hotel Room‘ a ‘Sentimental‘ hay casi un cuarto de siglo. Tal vez tenga más sentido de lo que piensas mantener encerrados en otra habitación a los excelentes Javier Cámara, Griselda Siciliani, Belén Cuesta y Alberto San Juan, listos para dar la campanada en los próximos Goya.

La habitación del pánico

Adaptando su propia obra de teatro y con un reparto completamente nuevo, el director construye de manera literal una nueva obra, reescribiendo situaciones y facilitando su transición entre géneros. Todo el piso en el que se desarrolla la acción es un decorado construido para la película. Con ese aire teatral tan favorecedor y juguetón cuando se ejecuta bien, y rodeado de unos actores que disfrutan de cada línea, ‘Sentimental’ era una partida que no podía perder.

Julio (Javier Cámara) y Ana (Griselda Siciliani) llevan juntos más de quince años. Padres de una hija, en realidad firman una pareja que ya no se mira ni se toca, y que ha hecho del enfrentamiento diario la esencia de su relación. Esta noche Ana ha invitado a casa a sus vecinos del piso de arriba, Salva (Alberto San Juan) y Laura (Belén Cuesta), una pareja más joven que ellos, amable y simpática, que ocupan buena parte de sus conversaciones airadas. Durante el picoteo, la velada irá sacando trapos sucios que la convertirán en una experiencia excesiva y catártica para los cuatro.

Sentimental

Con ‘Un dios salvaje‘ o ‘¿Quién teme a Virginia Woolf?’ como claros referentes cinematográficos separados por un mundo, la película de Gay ofrece una saludable sesión de terapia entre enredos y reproches, logrando una agradable sensación de confort con nuestro cine, pero posiblemente también con nuestros vecinos. Con nuestras vidas. Está claro que Alberto San Juan roba la función con su hilarante personaje, pero no todo serán risas en esta película.

Mis adorables vecinos

‘Sentimental’ lo apuesta todo a los diálogos, a unos intérpretes que fagocitan a sus personajes y los convierten en reales. Y sabe jugar con el presunto handicap que supone contar una película en una única localización. El secreto está en saber contarlo y en transmitir también, tan bien, lo que no se ve. Los encuentros en el ascensor o los paseos en pelotas que están sin estar. Solo necesitan buenos actores que nos lo hagan creer y que además se diviertan con ello.

Sentimental

Javier Cámara repite con el director tras sus colaboraciones en ‘Truman‘, ‘Ficción’ o ‘Una pistola en cada mano’, donde ya había coincidido con Alberto San Juan, demostrando ambos la total camaradería y control de la situación, el tiempo y el espacio. Y para escudarlos, nadie mejor que Belén Cuesta, sin duda alguna una de las actrices del momento. Cierra el reparto la menos conocida del grupo, Griselda Siciliani, con el personaje, tal vez, más importante de la trama.

La nueva película de Cesc Gay es una agradecida tragicomedia de la vida, una sesión de terapia de pareja donde airear vergüenzas y ventilar karmas y hogares. No pasará a la historia de nuestro cine, pero afortunadamente, y además en pleno confinamiento, nos recuerda que las grandes historias pueden llegar en en formatos pequeños.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here