La ciencia no deja de investigar para desarrollar y perfeccionar terapias que combatan los tumores sin que resulten invasivas. Con esa filosofía se está investigando desde hace más de una década en la aplicación de la inmunoterapia en distintos tumores, como se ha puesto de manifiesto en la jornada divulgativa organizada por MujerHoy, en colaboración con MD Anderson, La Roche Posay y Bristol Meyer Squibb.

El cáncer de pulmón es el más frecuente en el mundo. En España se detectan casi 30.000 nuevos casos cada año y su incidencia no deja de crecer. Tal y como reseña Noemi Reguart, oncóloga del Hospital Clinic de Barcelona, resulta alarmante que esté aumentando en mujeres en nuestro país: “En los últimos cinco años la incidencia ha subido en un 5-6% en este segmento de población, y también lo ha hecho su mortalidad, en un 2%. Y es muy preocupante que haya un 9% de adolescentes entre los 15 y los 18 años que fume”.

Porque el tabaquismo –como recuerda Pilar López Criado, jefa de la Sección de Tumores de Pulmón, Cabeza y cuello y Melanoma de MD Anderson– es la principal causa de este tumor. “Es el desencadenante en la mayoría de los casos, aunque la contaminación ambiental indudablemente pueda aumentar la cantidad de patología asociada al tabaquismo, como enfermedad vascular, cáncer, etc. Además, suele haber una correlación del tabaquismo y hábitos pocos saludables en cuanto a la dieta y la práctica de ejercicio físico. Debemos tomar conciencia de todo esto”.

Y no solo eso: “Cuanta más exposición haya a estos factores más difícil será para nuestro sistema reparar todas las lesiones y acabará fracasando y apareciendo el cáncer. No hay que olvidar que la predisposición genética al cáncer de pulmón es poco relevante, no llegan ni siquiera al 3% del total”, apunta Reguart.

De hecho, en torno al 50% se detecta en edades avanzadas y en las mujeres, además, este diagnóstico es más tardío. Según explica Ana Beatriz Sánchez Heras, coordinadora de la Sección de Cáncer Familiar y Hereditario de SEOM, “esto puede deberse a la estigmatización que hay con respecto a este hábito, que le hace sentirse a la paciente culpable por no haberse cuidado. Y el problema es que el diagnóstico precoz en este tumor es difícil, porque cuando aparece un síntoma el cáncer ya es importante”.

En todo caso, con los años también han ido evolucionando y mejorando los sistemas de detección, que están sustituyendo la tradicional placa de tórax por sistemas más eficaces, como el TC de baja dosis. Igualmente, también se están adoptando nuevos tratamientos, entre los que destaca la inmunoterapia.

“Esta terapia enfrenta la enfermedad desde el punto de vista del sistema defensivo de la persona. Y aunque llevamos más de 10 años de experiencia en su aplicación en el cáncer de pulmón, el campo que se abre es muy grande, tenemos que afinar en muchos aspectos. Empezamos viendo que aplicada en los tratamientos en estadios avanzados conseguíamos resultados que no habíamos visto hasta el momento y con poca toxicidad. Por desgracia, los marcadores de respuesta inmune todavía no son muy finos, pero es una realidad y una opción muy buena, no solo en fases avanzadas, sino también en etapas iniciales. Pero es importante recalcar que no puede aplicarse a todas las personas y que tampoco está exenta de problemas”, aclara López Criado.

Con todo, plantea un futuro prometedor. Inmaculada Escriche, paciente y miembro de AEacAP (Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón), es un caso de éxito: “A mí me detectaron el cáncer de pulmón en un estadio avanzado y me dieron una esperanza de vida de apenas cuatro meses. Sin embargo, pude entrar en un ensayo de inmunoterapia, llevo ya 66 sesiones y cuatro años después sigo aquí. Esta es la mejor prueba de que es necesario apostar por la investigación”.

Algo que comparte Noemi Reguart, quien puntualiza que este es un medicamente ampliamente probado en España, con las mismas aplicaciones que en el resto del mundo. “Además, está cubierto por la sanidad pública en el tratamiento de cáncer de pulmón. Otra cosa es que el oncólogo valore que no es el paciente idóneo para recibirlo. No hay que suscitar falsas esperanzas, pero preveo que en los próximos cinco años lo daremos a pacientes incluso después de operarlos, creo que la inmunoterapia va a estar introducida en todos los estadios del cáncer. En cualquier caso, también la quimioterapia funciona en el cáncer de pulmón, pero es tóxica, pues destruye células malignas y células sanas. No creo que desaparezca, pero la inmunología está consiguiendo largas supervivencias en enfermedades metastásicas y localizadas. Este cáncer no se cura, pero si logramos cronificarlo y que el paciente tenga una buena calidad de vida sería una magnífica noticia”.

Como concluye Sánchez Heras, “se está aplicando a otros tumores y es la gran esperanza que se tiene en la medicina de precisión, porque es lo que desea cualquier oncólogo, que sea el organismo del paciente el que luche contra su propia enfermedad y que los efectos secundarios no superen al beneficio”.