Un funcionario de carrera del área de obra pública nacional dijo hoy desconocer si existió alguna presión vinculada con empresas de Santa Cruz contratistas del Estado, al declarar en el juicio a la expresidenta y actual vicepresidenta Cristina Kirchner y otros procesados por presuntos delitos en esa provincia.

«No recuerdo, no conozco que haya habido alguna presión», respondió Oscar Dávila, un contador que desarrolló toda su carrera en el área de obra pública nacional y fue director de Contabilidad y Finanzas en el ex Ministerio de Planificación Federal en el kirchnerismo.

El juicio por el presunto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz a favor de empresas de Lázaro Báez se reanudó con su testimonio, luego que el Tribunal Oral Federal 2 resolvió posponer las citaciones de testigos considerados «relevantes» por la fiscalía para cuando las audiencias vuelvan a ser presenciales.

Se trata de los exresponsables del área jurídica de Planificación Rafael Llorens y Pablo Campi, cuyas citaciones se reiterarán más adelante.

Ante ello fue citado Dávila, propuesto por la defensa del acusado exsubsecretario de Coordinación de Obra Pública Federal Carlos Kirchner.

«Siempre tuve cargos técnicos», aclaró Dávila en varias oportunidades y refirió que en la actualidad es director de Fondos Fiduciarios del Ministerio de Obras Públicas.

El testigo dijo que no conoció al acusado Lázaro Báez, dueño de Austral Construcciones, y que su función era firmar «órdenes de pago» para las diferentes empresas contratadas sin recordar ninguna en particular.

Además, sostuvo que había secretarías específicas que se dedicaban al control de cada obra pública emprendida.

La segunda testigo de la jornada fue la actual jefa de Gabinete de Asesores del Ministerio de Ambiente, María Soledad Cantero, quien trabajó en la Secretaría de Obra Pública que estuvo a cargo del detenido y también acusado en este juicio José López.

El testimonio fue pedido por la defensa de López, condenado en otra causa penal por enriquecimiento ilícito tras haber sido sorprendido cuando intentó esconder bolsos con millones de dólares en un monasterio de General Rodríguez.

«José López era una persona muy intensa, muy exigente, lo que a uno le ha quedado es que la cultura del trabajo no es para cualquiera, vivíamos para trabajar y era muy serio con lo que hacía», refirió sobre su exjefe.

El juicio a la actual vicepresidenta, al exministro de Planificación Julio De Vido, al detenido empresario Lázaro Báez y otros procesados se reanudó en agosto bajo modalidad semipresencial.

Los días de audiencia, lunes y martes, los tres jueces del Tribunal Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso concurren a la sede de Comodoro Py 2002 al igual que los testigos convocados pero la fiscalía, querellas, abogados defensores y acusados que desean presenciar las audiencias lo hacen de manera remota a través de la plataforma virtual Zoom.

En el juicio se debate si hubo direccionamiento y presuntos sobreprecios e incumplimientos en la obra pública nacional otorgada en Santa Cruz a la empresa de Báez Austral Construcciones y otras vinculadas, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

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