Antonio es un nombre ficticio, que elijo al azar, para representar a los cientos de personas a las que les ha pasado lo mismo. Pero pongamos que Antonio es un paciente que acude a urgencias con fatiga, tos y fiebre. Su dificultad para respirar y oxigenar la sangre obliga a los médicos que le atienden a ingresarle. Él no se lo puede creer, a sus 60 años ha seguido a rajatabla todas las recomendaciones y medidas preventivas para evitar infectarse por COVID. Mascarilla, distancia social, teletrabajo, etc. Todo ello le ha permitido no enfermar durante estos meses.

¿Qué es lo que ha fallado ahora? Pocos días después se resuelve el enigma. Un sobrino adolescente, que le había visitado una semana antes, comienza a tener algo de tos y febrícula. En su centro de salud le realizan, la PCR, resultando positiva para infección por coronavirus. Durante la visita familiar se habían besado y abrazado.

El adolescente reconoció haber estado en botellones en la playa, con decenas de personas, sin ninguna medida de protección o distancia social. En estos momentos Antonio se encuentra en la UCI, luchando por su vida. Está intubado, con respiración asistida. Tiene un tubo de tórax metido entre las costillas para sacar el aire de la pleura, ya que su pulmón se ha roto. Su sobrino se recupera en casa con casi ningún síntoma.

Está ocurriendo un fenómeno común en Europa. Tanto en España como en Francia, Alemania o Reino Unido. Muchos de los brotes de nuevos contagios, que se están produciendo en esta segunda oleada de COVID, tienen su epicentro en los jóvenes. No paramos de ver videos de reuniones descontroladas en discotecas, playas, botellones en parques, polígonos o incluso fiestas en casas privadas con cientos de jóvenes sin ninguna medida preventiva. Parece que estos desarrollan una enfermedad más leve cuando se enferman por el coronavirus y muchas veces pasan la infección de manera prácticamente asintomática.

El contagio, por contacto

El problema es que mientras pasan esa infección sin darse cuenta, pueden tener una gran capacidad de contagio, Pudiendo transmitir la enfermedad a decenas de personas, dentro de las cuales pueden estar sus abuelos, padres, tíos, u otras personas con edad más avanzada y por lo tanto con mayores posibilidades de desarrollar una enfermedad grave o incluso fallecer. No se puede generalizar con todos los jóvenes, pero ¿qué lleva a algunos de ellos a llevar una conducta antisocial?, ¿les da igual llevarse por delante a la mitad de su familia por no mantener las mínimas medidas de seguridad?

La responsabilidad es de todos. ¿Qué tipo de educación estamos dando a nuestros jóvenes en España y en Europa? ¿Qué tipos de programas de televisión ven? ¿Querer ser influencer o futbolista en vez de ingeniero o médico es lo más recomendable para la sociedad?

No debemos generalizar. Los hospitales están llenos de personas jóvenes: médicos residentes, enfermeras, etc. Que son muy responsables y a los que es imposible ver sin una mascarilla perfectamente colocada. Cuando se ve el peligro de cerca es mucho más fácil hacer lo correcto. Además, con el paso de los meses, se está viendo que un porcentaje significativo de personas jóvenes desarrolla una enfermedad que no es tan leve y que puede requerir ingreso hospitalario. Hasta en un 10 % de los casos, o incluso en la UCI, con algún desgraciado fallecimiento. Todos conocemos casos que han salido en los medios de comunicación.

Concienciación juvenil

En la Comunidad de Madrid se ha puesto en marcha una campaña de concienciación para jóvenes con un video que se ha hecho viral que termina con la imagen de un horno crematorio. También algunos hospitales y asociaciones están haciendo algo similar a pequeña escala.

¿No tendría que hacer el Gobierno una campaña publicitaria similar a gran escala? Lo hacen con los accidentes de tráfico y matan a menos gente que el coronavirus. En nuestro país vecino, Francia se están planteando lo mismo, haciendo hincapié en Internet y las redes sociales. Cualquiera que tenga un adolescente cerca sabe que es difícil que quiten los ojos del teléfono móvil o la PlayStation.

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