No podemos conectar con una persona sin desvelar, al menos en parte, quiénes somos. Incluso si hablamos de personas introvertidas, es necesario compartir algo para lograr un vínculo más profundo con otras personas. Es más, compartir nuestras vidas de manera gradual y recíproca es la base de una amistad fuerte. Y existe una forma sencilla de hacerlo según un psicólogo de Harvard.
Adam Mastroianni es un psicólogo social doctorado en la Universidad de Harvard que investiga y estudia el comportamiento humano y expone sus conclusiones en un interesantísimo blog llamado ‘Experimental History’. Una de sus investigaciones de posgrado previas a doctorarse era responder a si las conversaciones terminan cuando la gente quiere o si hay algo que hace que se marchiten.
Mastroianni halló una respuesta sencilla que lo explicaba y que tenía que ver con el nivel de intercambio entre las personas que hablaban. Cuando ese juego de dar y recibir se hace bien durante una conversación se crean lo que psicólogo estadounidense James J. Gibson denominó “affordances”, características del entorno que te permiten hacer algo y que son oportunidades para la acción. A nivel conversacional, y según el experto, “son cosas como confesiones, afirmaciones atrevidas o digresiones”. Es decir, son facilitadores que ayudan a que la conversación se desarrolle, y es el equivalente social de los pomos de las puertas.
Qué son los pomos de las puertas en una conversación y cómo se usan
“Lo que más importa no es cuánto damos o recibimos, sino si ofrecemos y aceptamos posibilidades”, asegura Mastroianni. Estar dispuesto a ofrecer esos pomos de puertas y también a abrir aquellos que otros nos ofrecen y que darán profundidad a la conversación. “Sobreestimamos la incomodidad de la conversación profunda y, por lo tanto, nos limitamos a las aburridas y superficiales palabras sin posibilidades”. Los pomos de puertas son esa oportunidad. Un pomo de conversación puede ser cualquier cosa que despierte el interés de la otra persona, ya sea porque se siente identificada, porque desbloquea un recuerdo o porque le genere dudas.

Si le cuentas a tu interlocutor cosas sobre ti puede que se identifique contigo y que eso os conecte, aunque lo más importante si queremos generar un pomo de puerta es escuchar. “Los mejores compañeros de conversación tienen un oído muy agudo; pueden localizar una puerta ligeramente entreabierta”, afirma Mastroianni. Escucha lo que te dicen y trata de conectar con esa persona ofreciendo ideas propias y en un tono personal.
Te pongo un ejemplo. A la pregunta “¿qué tal el fin de semana?” no respondas con un “bien, gracias, ¿Y tú?”. Dale a tu interlocutor algo de lo que tirar con un pomo de puerta:
- “Pues estuve todo el fin de semana leyendo un libro que me tuvo enganchada”
- “Me lo pasé de cañas por un barrio de Madrid que no conocía”
- “Me fui a pasar el fin de semana a la montaña y me persiguió un jabalí por el campo”
- “Vi la película que ganó el Oscar y la verdad es que me decepcionó bastante”
Lo que digas no importa siempre que des a la otra persona algo con lo que trabajar. Luego solo tienes que escuchar su respuesta y trabajar desde ahí y la conversación avanzará como por arte de magia. Dale un poquito de ti que le conecte contigo y trata de conectar tú con lo que te diga. Puede que eso que tenéis en común os una para siempre en una bonita amistad.
Fotos | The Bold Type
En Trendencias | Estos son los 24 tipos de sexualidades y orientaciones que existen
En Trendencias | Qué puedes hacer si sientes que el pene de tu pareja es demasiado grande
En Trendencias | 11 pasos para excitar sutilmente a tu pareja sin llegar a tocaros