Conseguir que las estancias de nuestra casa parezcan más grandes de lo que en realidad son y conseguir aprovechar cada centímetro es uno de los objetivos deco de esta sección. Poco a poco, vamos recorriendo habitaciones con el firme propósito de ampliar espacios. Pero si hay un rincón de nuestro hogar que merece todos nuestros esfuerzos, ese es el dormitorio.
En las últimas semanas, con la (supuesta) llegada del buen tiempo, hemos centrado nuestros esfuerzos en la terraza, después de hacer magia deco en el salón o proponerte ideas para optimizar tu cocina o el cuarto de baño. Pero mi amigo y compañero Luca (el que, entre otras cosas, hace los vídeos tan geniales que veis en nuestras redes sociales) se muda, y desde aquí teníamos que salir a su rescate.
El reto era tan tentador como complicado: teníamos que conseguir que su nueva habitación, de escasos 8 metros cuadrados, se ampliara visualmente para que pareciera más grande y, al mismo tiempo, teníamos que optimizar el espacio para conseguir almacenamiento extra. Y sí, por supuesto que es posible.
Trucos y muebles para decorar una habitación pequeña
Ya sabemos que el color y la iluminación hacen magia en decoración, así que lo primero que había que hacer era pintar de blanco las paredes para conseguir mayor amplitud y limpieza visual, al tiempo que dábamos protagonismo a la única ventana de la habitación colocando unas cortinas ligeras y traslúcidas que aportaran intimidad sin restar luz.
Mucho blanco y cama con almacenaje de IKEA.
A la hora de elegir los muebles, era clave que fueran de estilo minimalista para no recargar la habitación. Y al colocarlos, lo hacemos como ya os contamos en los trucos de la terraza: los pegamos a las paredes para dejar el centro despejado y que haya más espacio de movimiento.
La cama, sin duda, es el elemento protagonista del dormitorio, pero aquí había que elegirla bien. Al no ser muy ancha la habitación (menos de 3 metros), no se podía optar por un modelo king size, pero tampoco era necesario poner una cama individual. La mejor opción, un modelo intermedio de 1.35 con truco: la estructura incorpora canapé o cajones y, así, mientras se ahorran centímetros de ancho al tiempo que se gana almacenaje.
Y es que en las habitaciones pequeñas estos muebles con truco nos dan la vida. En este caso un par de cambios son más que suficientes para ganar espacio y conseguir más espacio de almacenamiento con dos elementos esenciales como la mesa y las estanterías.
Mesa de trabajo plegable y baldas por encima de la línea de los ojos.
En primer lugar, nos olvidamos de las mesillas tradicionales y las cambiamos por una pequeña balda adosada al cabecero, al tiempo que apostamos por una mesa de trabajo que se pliegue sobre la propia pared y en la que podamos ‘esconder’ una silla también plegable. Así solo las abriremos cuando se necesite.
Por otro lado, en vez de estanterías de pie que ocupan espacio útil de suelo, vamos a optar por baldas sencillas en el mismo color de las paredes que colocaremos por encima de la línea de los ojos, para así no romper visualmente el espacio y que parezca más amplio.
Los elementos verticales son clave a la hora de ordenar y decorar espacios reducidos, así que las traseras de las puertas y el interior de los armarios las aprovecharemos para colocar organizadores verticales y zapateros. Y, por último, incorporaremos un espejo o un cuadro con perspectiva en una de las paredes para dar mayor profundidad a la habitación.