Fin del morbo: por qué Borja no irá a Boca y será jugador de Cruz Azul

Terminó la novela, ya no habrá morbo en esta historia que duró poco pero encendió polémica y hasta sacó a relucir los sentimientos más profundos de los hinchas de Boca y de River, divididos entre la dificultad para aceptar a un jugador rival y no poder asumir que tras dejar un club recale en el otro, respectivamente.

Con casi todo cerrado y a falta de la firma para jugar en Cruz Azul, Miguel Ángel Borja se bajó del barco xeneize y le puso fin a días en los que fue tendencia absoluta por la magnitud de la noticia y lo que hubiera implicado un cruce de vereda. Y las razones de por qué terminó así recorren estos últimos días y terminan con un avance decidido de los mexicanos que para el delantero fue imposible de rechazar.

La negociación entre Borja y Cruz Azul se había iniciado con el final del año futbolístico de River, como una alternativa a otras del mercado azteca en el cual le interesaba fichar por la presencia de Colombia en una zona del Mundial próximo que se jugarán en dicho país: uno en el DF y el otro en Guadalajara. El equipo que picó en punta en ese sentido fue Pumas, que finalmente declinó y se bajó, abriendo la chance de que se den otras ofertas.

En ese momento entró Boca en escena, con un llamado ante la certeza de que el jugador no tenía nada definido y -con el gesto público de la entrevista en la que el Colibrí le abrió la puerta al Xeneize- ya definitivamente aceleró para poder tenerlo. Con una reunión en la que participó la cúpula del fútbol del club (sin la presencia de Juan Román Riquelme), la gestión se mostró amable en cuanto a las ganas del jugador de dar el paso.

Fue allí cuando llegó la gran traba, que tal como adelantó Olé cuando dio a conocer el interés real de Boca el domingo 14 de diciembre, fue la parte económica. Según fuentes cercanas a la negociación, Borja manifestó un número mayor al que venía cobrando en el Millonario, algo que traducido a los números del Xeneize superaba los contratos top de Edinson Cavani y hasta incluso el de Leandro Paredes.

La oferta de Boca, no obstante, no estuvo lejos de un ofrecimiento importante para un jugador del medio local. «No es lógico lo que pidió, está claro que quisieron usar a Boca para ir a otro país», dijeron en el Xeneize con la chance caída. Fue ahí -con los números en la mesa- cuando se aceleró el capítulo definitivo de la historia, que fue la recta final de Cruz Azul con los números sobre la mesa. Y en esa materia, la realidad del fútbol mexicano permitió acercarse mucho más y hasta cerrar un acuerdo que incluyó un pago para el jugador a la firma del contrato, algo que también fue un pedido a la hora de negociar con Boca.

Con fecha fijada para fin de año para la firma del contrato, los primeros días del 2026 verán a Borja presentado como refuerzo de Cruz Azul, por dos años y con opción a otro más. Y a unos cuatro años de la primera gestión de Boca para tenerlo como delantero, la casi certeza de que esa imagen no se dará definitivamente.