Tamara Vila


Tamara Vila


No hay otra: o haces ejercicio o tu cuerpo notará cada vez más el paso de los años y el agarrotamiento, con el peligro de convertir la rigidez en algo crónico. Y tienes dos soluciones: o haces ejercicio al llegar a casa o lo haces en el trabajo. La primera opción suele dar pereza y la segunda es estupenda si conoces qué hacer. Y aquí tienes la solución.

Estar demasiado tiempo sentada puede dejarte rígida, dolorida y con poca energía. Justo lo que no necesitas si la jornada se presenta maratoniana y llena de exigencias. Tus músculos se tensan, la circulación se ralentiza y tu postura adquiere unas formas que nunca imaginaste que pudieras desarrollar. Es el momento de actuar.

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Si estás sentada en un escritorio todo el día, estos ejercicios pueden ayudarte a relajar las zonas tensas, fortalecer los músculos clave y mantenerte en movimiento de la mañana a la noche a los 50 y más. Y también los puedes probar antes de salir a caminar o correr después del trabajo, con el fin de combatir la rigidez de la jornada laboral y sentirte más activa y con más energía.

Marcha sentada para activar el core y la cadera

Este ejercicio debería estar siempre en tu lista de prioridades si eres de las que acumula incontables horas frente al ordenador y en la misma postura. Para empezar, siéntate erguida en el borde delantero de una silla. Ahora contrae el core y levanta el abdomen para sentarte lo más erguida posible.

Alterna levantando la rodilla derecha e izquierda sin arquear la espalda. Haz de 2 a 3 series de 10 repeticiones, descansando según sea necesario. Este ejercicio activa los flexores de la cadera y los músculos profundos del core, una excelente manera de activar la musculatura después de largas horas sentada.

Rotaciones de hombros y estiramiento de tríceps para movilizar el tren superior

Este es otro ejercicio para toda ‘hard-worker’. Rota los hombros hacia arriba, hacia atrás y hacia abajo 10 veces para relajar la tensión. Luego, invierte el movimiento, haciéndolo hacia adelante otras 10 veces. Continúa con un estiramiento de tríceps: dobla un codo detrás de la cabeza y tíralo suavemente hacia atrás con la otra mano.

Intenta mantener la posición durante 5 segundos y repite 10 veces con cada brazo. Estos movimientos abren los hombros y la parte superior de la espalda, las primeras zonas que se tensan al estar encorvado en un escritorio. Es un ejercicio vital para corregir esa mala postura que se perpetúa a lo largo del día.

Flexiones de pared modificadas para fortalecer el tren superior y el core

Procura hacer este ejercicio cuando tengas un momento de break. Colócate a un brazo de distancia de la pared o del borde del escritorio. Mantén el cuerpo en posición de plancha, con el core contraído. Flexiona lentamente los codos para llevar el pecho hacia la pared y luego empuja hacia atrás para comenzar.

Haz de 2 a 3 series de 10 repeticiones. Para hacerlo más difícil, separa los pies. Este ejercicio fortalece la parte superior del cuerpo y el torso, además de darte un descanso de estar sentado. Además, vas a activar el core, con lo que será un trabajo para los abdominales que te vendrá genial a los 50.


Mujer haciendo ejercicio al aire libre.


PEXELS


Más allá de los ejercicios apuntados, y que te vendrán de maravilla porque además son muy fáciles y los puedes hacer en cualquier momento, hay una serie de cosas que deberías instalar como rutina dentro de tu jornada laboral. Muévete más a lo largo del día: pequeños cambios, grandes beneficios.

Además de los ejercicios, intenta incorporar más movimiento a tu jornada laboral. Da un paseo corto entre reuniones, elige las escaleras en lugar del ascensor, alterna entre estar sentado y de pie con un escritorio de pie… Pequeños momentos de movimiento a lo largo del día pueden sumarse, ayudándote a sentirte con más energía y a reducir la rigidez al final de la jornada laboral a los 50.

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