El delantero nigeriano que hizo Inferiores en Central y se convirtió en el héroe de Nacional en la final contra Peñarol

Si Nacional le ganó a Peñarol la final de la Liga Uruguaya para convertirse en el nuevo campeón fue, en gran parte, gracias a la categoría de Christian Ebere. El futbolista nigeriano, quien fue la cuarta variante en el equipo de Jadson Viera e ingresó a los 12′ del alargue, se mandó una larga corrida por la izquierda, sacó con el cuerpo a Emanuel Gularte y metió un bombazo al primer palo con el que le dio el título al Bolsonero.

Si bien su continuidad en la institución era una incógnita, ya que solo había jugado diez partidos en el año (sumó apenas 364′) y su contrato terminaba a fin de año, este gol terminó consagrando al delantero de 27 años. Tal y como explicó el vicepresidente del club en diálogo con El Espectador, «Ebere se ganó seguir en Nacional», por lo que tendrá renovado su contrato para seguir vinculado al club.

Comenzó jugando en una academia de Nigeria y, a pesar de que «mi mamá no quería que jugara al fútbol», continuó con su carrera y en 2015 fue convocado al Mundial Sub 17, que terminó ganando. En aquella selección formó parte del ataque nigeriano junto con dos estrellas mundiales: «Osimhen jugaba por adentro, yo por afuera y Chukwueze por el otro lado, por la derecha», fueron las palabras del delantero que volvió a ganar un título, al recordar aquella consagración con su selección.

Al finalizar este Mundial, y luego de un fallido traspaso al fútbol belga, decidió probar suerte en Rosario Central. Allí, se desarrolló en las divisiones Inferiores, donde se dio el lujo de anotar frente a Newell’s y fue dirigido por el Kily González en la Reserva. Sin embargo, una lesión en su rodilla no lo dejó llegar al primer equipo y lo obligó a marcharse al fútbol brasileño, donde logró debutar profesionalmente a sus 22 años.

Luego de su paso por cinco clubes de aquel país, llegó a Plaza Colonia de Uruguay, donde jugó un año y medio, para finalmente marcharse a préstamo a Nacional, donde se desempeña actualmente.

El delantero de 27 años se definió a sí mismo como «un jugador que tiene velocidad, que cuando le dan un poco de espacio, entra». Esta descripción de su juego se condice mucho con lo que muestra en la cancha cada vez que le toca ingresar: es un punta rápido, encarador, que puede jugar tanto en el centro como por la izquierda de la delantera y que tiene una gran potencia física.

En estos dos años que ya lleva con Nacional, el nigeriano disputó 29 partidos y sumó 1.008′ de juego, en los que anotó seis goles y repartió dos asistencias.