No hay amante de la jardinería (y de la belleza de las plantas) que no siga en redes sociales a Ignacio Guió, el Chico Plantas más famoso de Instagram. Así que aprovechando que la Navidad se acerca, nos hemos puesto en manos de este experto en el arte de cultivar y embellecer espacios verdes para tomar nota de sus consejos para aprender a cuidar bien, de verdad, la icónica Flor de Pascua. Porque sí, damos fe al ver su casa de que la Poinsettia puede estar preciosa todo el año. TODO EL AÑO.
Símbolo de amor y buena suerte, Ignacio Guió nos recomienda que, al seleccionar una Flor de Pascua, es muy importante hacer una observación minuciosa. «Algo que sucede mucho a la hora de elegir flores de Pascua en tiendas es que vienen con un plástico como que las envuelve», señala. Este envoltorio, aunque aparentemente protector, puede ocultar daños significativos. «Cuando llegas a casa quitas el plástico y muchas de esas ramas están rotas, porque son muy frágiles», advierte. Por ello, su primera recomendación es «ojear así un poquito y ver que no haya ninguna rama rota para que no te lleves sorpresas».
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Los cuidados fundamentales de la flor de Pascua se comprenden mejor al conocer su origen. «Los cuidados básicos de la flor de Pascua se entienden sabiendo de dónde vienen, que es de una parte de México», explica Guío. Aunque México es un país diverso, esta planta prospera en condiciones de «solecito, exterior». Esta información es crucial para replicar un ambiente adecuado en nuestros hogares, adaptando las condiciones a las necesidades intrínsecas de la planta.
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Los trucos de experto de Chico Plantas para que la Flor de Pascua dure todo el año
La adaptabilidad de la flor de Pascua a diferentes climas es notable, siempre y cuando se le brinden las condiciones adecuadas. Guío comparte su experiencia personal en Madrid: «Yo en Madrid las tengo en exterior desde marzo aproximadamente hasta septiembre u octubre y en el momento en el que hace fresquito, ya las meto dentro de casa». Esta práctica demuestra la necesidad de proteger la planta de las inclemencias del tiempo.
La protección invernal es un aspecto crítico para la supervivencia de la flor de Pascua. «Si en tu zona hiela o hace demasiada lluvia o demasiado frío, dentro de casa aguanta el invierno y se vuelven a sacar», aconseja Guío. Esta estrategia permite que la planta supere las estaciones más adversas, garantizando su longevidad y su capacidad para florecer nuevamente en el futuro.
Las flores de Pascua necesitan luz, así que si no tenemos un espacio exterior al que sacarlas como nos recomienda Ignacio Guió, lo mejor es colocarlas cerca de una ventana, pero sin que toque el cristal. Si la ventana está orientada al este o al oeste, recibirá mucha luz, pero sin rayos intensos. Sin embargo, a finales del año una ventana orientada al sur es una buena elección, puesto que el sol es menos intenso en esta época, recomiendan los expertos.
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La flor de Pascua, con el cuidado apropiado, puede trascender su papel de planta estacional para convertirse en un elemento perenne de nuestro jardín o interior. «Como se puede ver, la flor de Pascua aguanta año tras año si se cuida bien, de hecho se llega a hacer arbolito», revela Guío, destacando el potencial de crecimiento y transformación de esta especie.
Uno de los errores más comunes en el cuidado de la flor de Pascua, especialmente cuando se encuentra en interiores, es el exceso de riego. Ignacio Guío subraya este punto crucial: «una clave para mí es que no se encharque, son plantas que al tenerlas luego en interior se tiende a regar de más y ahí empiezan las hojas amarillas». Este encharcamiento es una de las principales causas de deterioro de la planta.
Para evitar el riego excesivo, Guío ofrece una señal clara y práctica: «mejor esperar a que se se caiga una hojita y se ponga seca y eso te da la señal de que tienes que regar». Esta observación atenta de la planta es fundamental para determinarvel momento óptimo para el riego, evitando así el daño por humedad.
El riesgo de pudrición es una consecuencia directa del riego inadecuado. «a que se se ponga amarillo porque si no se pudre y difícil ya recuperar», advierte Guío. La pudrición de las raíces es un problema grave que puede ser irreversible, por lo que la prevención a través de un riego consciente y moderado es esencial para la salud y la supervivencia de la flor de Pascua.
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