El paso del tiempo se nota también en los muebles de nuestra casa, especialmente en los que son de madera. Muchas veces nos resignamos a esa estética que revela que tienen muchos más años que nosotras: la falta de brillo. Pues resulta que hay un truco súper sencillo que puede devolverle un poco de vidilla a estas superficies y no requiere invertir en productos químicos que comprometan los materiales. Solo necesitas estos ingredientes naturales que ya tienes en casa.

Para que la madera luzca como nueva lo que hay que hacer es hidratarla. Sí, has leído bien, es como cuando tras una temporada de verano a base de sol y playa embadurnas tu cuerpo con crema y dices adiós a ese aspecto agrietado, volviendo a presumir de piel lisa y suave. Con las superficies de tus muebles favoritos ocurre lo mismo y para darle un chute de hidratación existe un combo infalible: aceite de oliva con vinagre blanco. 

Hombre Limpiando La Habitacion 1

Este dúo lo que consigue es, además de limpiar en profundidad la madera gracias al vinagre blanco, es proteger la superficie de la misma con las propiedades del aceite de oliva. Eso sí, es clave que mezcles ambos ingredientes en proporciones iguales. Nosotras recomendamos coger un frasco pulverizador y llenarlo la mitad y mitad, luego agitamos bien nuestra mezcla estrella y aplicamos un poco sobre un paño de microfibra para pasarlo sobre la madera con movimientos circulares. 

Una vez que los muebles están absorbiendo este mix, es esencial dejar que actúen sobre la misma durante unos minutos. Luego retiramos el exceso con un papel de cocina o un paño seco. El resultado se ve al instante: una superficie de madera que parece recién estrenada, brillante y nutrida con un aroma natural y sin usar de químicos agresivos. 

Hay quienes apuestan por también por la cera de abeja natural o incluso el aceite de coco en lugar de usar abrillantadores, en busca también de una solución cuidadosa con la madera. A la hora de aplicar sobre los muebles estos productos, es esencial que no abusar con las cantidades y utilizar una película súper fina que puedas colocar sobre un paño y frotar suavemente dejando que se absorba. Con que hagas este paso una vez al año es suficiente para devolver el brillo a tus muebles.

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