Las repercusiones en Independiente Rivadavia tras la eliminación a River y el delirio en el vestuario por el pasaje a la final de la Copa Argentina

Después de lo que fue una noche histórica para Independiente Rivadavia, en la que logró eliminar al River de Marcelo Gallardo para llegar a la final de una Copa Argentina que podría meterlo en la Libertadores del 2026, las repercusiones no tardaron en llegar.

Tras un rato largo de eufóricos festejos en el vestuario del conjunto mendocino, en el que se vio a los futbolistas cantando, saltando y revoleando camisetas junto a miembros del Cuerpo Técnico y algunos dirigentes, varios de los partícipes de esta hazaña hablaron en zona mixta sobre lo que significó el histórico triunfo por penales frente al equipo del Muñeco.

Uno de los primeros en hablar fue Daniel Vila, presidente de la Lepra Mendocina que se mostró muy feliz en la zona de vestuarios y dijo: «Independiente está viviendo un momento histórico y va a jugar la final de la Copa Argentina, un hecho impensado cuando asumimos la conducción del club. Es el resultado del trabajo de la comisión directiva, los socios, el cuerpo técnico y los jugadores. Este Independiente Rivadavia tiene garra, lo que se llama huevo. Es un equipo que tiene mucho huevo, muchas ganas y lo demuestra adentro de la cancha».

A su vez, habló sobre el desarrollo del partido y la importancia de Ezequiel Centurión, quien tapó uno de los penales de la tanda y sacó dos pelotas clave en el partido. «Hemos trabajado mucho y al trabajo siempre lo tiene que acompañar un poco de suerte. Creo que esta vez la suerte estuvo de nuestro lado, porque los penales son una lotería. Hace tiempo que está Centu en Independiente y creo que cada vez se afianza más», cerró el dirigente del conjunto cuyano.

Y fue tras estas declaraciones del presidente, que el propio arquero también se tomó un tiempo para hablar post clasificación y fue consultado sobre lo que significó este partido para él, en especial por ser ex futbolista del Millo. «No lo tomo como una revancha. Estoy muy agradecido con River, porque me ha formado, que es lo más importante, y le debo todo. Hoy en día me toca estar de este lado y voy a dar lo mejor de mí para dejar a Independiente Rivadavia en lo más alto», explicó el arquero de 28 años con una sonrisa en su cara por la clasificación.

Otro que también mostró su alegría fue Maximiliano Amarfil, volante de la Lepra Mendocina que dijo: «Es un momento único. Sentimos una felicidad inmensa por poder cumplir un objetivo más, que es llevar a Independiente a la final. Si me tocaba pateaba, pero justo en una pelota me acalambré y preferí guardarme para que entre otro que estuviese más fresco. Nosotros nos jugábamos la vida y lo tomamos así. Salimos a buscarlo en todo momento, con nuestras armas y nos salió».

Por último, Fabrizio Sartori, quien fue a cambiarle la camiseta a Gonzalo Montiel en zona mixta e ingresó en el segundo tiempo del partido, comentó: «Es una emoción muy grande y siento mucha felicidad por el trabajo que se venía haciendo. Había que soñar y el grupo lo hizo. Se visualizó mucho la final. Yo en la semana pateé dos penales y metí los dos, y no iba a cambiar. Centurión atajó algunos penales en la semana».