Tras el fracaso de la sesión para prorrogar el presupuesto en la Cámara de Representantes, el gobierno de Donald Trump debió restringir sus servicios este miércoles, una situación extrema para la administración pública que Estados Unidos denomina shutdown.

En este contexto, sin financiamiento para afrontar los gastos corrientes ni para pagar los salarios de los empleados públicos, la gestión republicana amenaza con despedirlos. Así lo anunció la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien aseguró que están «trabajando con agencias en todos los ámbitos para identificar dónde se pueden hacer recortes… y creemos que los despidos son inminentes».

De acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) estadounidense, 750.000 funcionarios federales están afectados por este cierre administrativo, que amenaza con prolongarse.

Esto no les gusta a los autoritarios

El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.

El secretario de Defensa de EEUU prohibió las «barbas y barrigas abultadas»

El shutdown, o cierre de la administración pública federal, no sólo tiene consecuencias directas sobre los servicios que brinda el Estado, sino que también afecta al resto de la economía. En el último cierre, ocurrido en 2019, también durante el mandato de Trump, la CBO estimó que el PIB se redujo en 11.000 millones de dólares.

Para este nuevo shutdown, la compañía de seguros Nationwide estima que cada semana de cierre podría reducir el crecimiento del PBI de Estados Unidos en 0,2 puntos porcentuales.

Desde que EE. UU. promulgó en 1976 el nuevo régimen presupuestario, el gobierno federal enfrentó 21 shutdowns. Por el nuevo cierre que enfrenta esta semana, la agencia espacial estatal NASA indicó que «está actualmente cerrada a raíz de una interrupción del financiamiento gubernamental«.

Tony Blair: el comodín de Donald Trump para Gaza

Además, varias embajadas estadounidenses anunciaron en X que no actualizarán información, salvo en lo concerniente a anuncios urgentes de seguridad y, si bien los parques nacionales estuvieron abiertos este miércoles, los servicios de limpieza y vigilancia no están garantizados.

La sesión fallida en la Cámara de los Representantes

La sesión que debía prorrogar el presupuesto fracasó este martes porque los republicanos no consiguieron la mayoría agravada que dispone el reglamento. Los demócratas se negaron a acompañarlos debido a que la gestión de Trump recortó numerosos programas de salud. Entre otros, la oposición reclamaba la continuidad del seguro de salud Obamacare.

Los líderes demócratas en el Congreso, el jefe de la minoría en el Senado Chuck Schumer y su homólogo en la Cámara de Representantes Hakeem Jeffries, afirmaron en un comunicado conjunto que «Donald Trump y los republicanos cerraron los servicios del Estado porque no quieren proteger la atención médica del pueblo estadounidense».

Ante los reclamos de los demócratas, el vicepresidente, JD Vance, respondió en línea con la retórica oficial: «Nos dijeron que sacarían al gobierno de la parálisis presupuestaria, pero solo si destinamos miles de millones de dólares a la atención médica de los inmigrantes indocumentados. Es una propuesta ridícula».

LM/DCQ