Parece caer en un cliché burdo el pensar que, si le dices a un estadounidense que eres de España va a asumir automáticamente que eres mexicano. Sin embargo, una noche de domingo cualquiera, te salta el TikTok de una turista de dicho país confesando que «se habla más español de lo que se esperaba en España» y, claro, ya no sabes qué pensar… No obstante, no hay que dejarse llevar por el impulso de saltar a conclusiones simplistas (por decirlo de forma elegante). En realidad, todo se explica por una mezcla de factores culturales que juegan a la contra.

En España se habla francés o demasiado español. Mackenzie es una nómada digital de Nueva York que se encuentra actualmente en España, donde cuenta que ha vivido el primer gran choque cultural de su vuelta por el mundo. Básicamente porque no se esperaba que hablar en español fuera a estar tan extendido en nuestro país. De hecho, describe la experiencia de conseguir comunicarse como «dura». No es un caso aislado. En Reddit hay gente buscando respuestas a por qué los estadounidenses les sorprende ver a dos personas «blancas» hablando en español, mientras que en TikTok tienen éxito los vídeos de estadounidenses soltando burradas sobre lo que creen saber de nuestro país, entre ellas, que hablamos francés.

@mackdoesthings

For the record I have always acknowledged how much privilege I have that so much of the world speaks English in addition to their native language, I just didn’t think Spain was going to be the country to stump me #americanabroad #tourists #madridspain #spaintravel #cultureshock

♬ original sound – Mac

La geografía no es su fuerte: El factor, tal vez, más conocido que influye en que tengan este tipo de ideas equivocadas sobre el resto del mundo es el bajo nivel de geografía que diversos estudios han demostrado que tienen los estudiantes del país. Por ejemplo, en 2016, el Consejo de Relaciones Exteriores y National Geographic encargaron una encuesta para medir los conocimientos de los universitarios estadounidenses sobre geografía y otras materias necesarias para conocer el mundo actual y desenvolverse en él. Solo el 29 % de los encuestados obtuvo un aprobado mínimo. Un problema que, además, muestra una tendencia a empeorar.

El último informe del National Assessment of Educational Progress muestra una puntuación promedio en geografía más baja en comparación con el anterior. Así que no es de extrañar que el cóctel de un sistema educativo que falla en la enseñanza de geografía y la proximidad de España con África pueda llevar a la confusión de que somos un país africano. Al fin y al cabo, aquí también tenemos a personas que se creen que todos los asiáticos son chinos.

Cuando «Spanish» no es sinónimo de español de España. No obstante, hay otro factor que influye en este tipo de shocks culturales y es que, para los estadounidenses, el referente conocido de «spanish» (y que primero asocian a esta palabra) son las culturas latinas. Básicamente porque es el que tienen en casa. Los «Spaniards» (la única palabra en inglés para hablar de españoles de España) representan solo el 1% de la población hispana estadounidense

Por el contrario, los hispanos más numerosos en Estados Unidos son de origen mexicano, con el 61,5% del total. Le siguen los puertorriqueños, que representan el 9,7% de la población latina estadounidense y después completan los grupos más numerosos: cubanos, salvadoreños, dominicanos, guatemaltecos, colombianos y hondureños. Siendo así, puede ser fácil acabar pensando que quien habla español sabe también inglés.

Tal y como respaldan los datos del Pew Research Center, la mayoría de los latinos en Estados Unidos hablan español, aunque no todos los hispanos son hispanohablantes. El 24% de los adultos latinos afirma que solo puede mantener una conversación en español de forma limitada, mientras que el 65% de los latinos de tercera generación o posteriores afirman no poder mantener una directamente. Esto, sumado al privilegio que supone ser un turista cuyo idioma nativo es el inglés es una bomba para lleva a algunos a no descubran que no somos latinos hasta haber aterrizado en España. Y no solo por motivos geográficos evidentes, lo de las lenguas extranjeras se nos da regular y somos el el cuarto país europeo con la mayor proporción de ciudadanos (un 30%) que nunca ha aprendido un segundo idioma. Un porcentaje que se sitúa notablemente por encima de la media comunitaria del 21%.

@champyaps

you literally have to block out your whole day to eat lunch in this country #spain #rant

♬ original sound – champ

Otros choques culturales. A muchos no solo les sorprende (e incluso frustra) descubrir que, en zonas turísticas, los locales no les hablan en inglés, los choques culturales van mucho más allá. En especial, parecen no gustarles nuestros horarios. Por un lado, no entienden que haya negocios que cierren durante el mediodía porque en su país hay una expectativa de servicio muy rápido, eficiente y muy orientado al cliente. Por otra parte, tampoco les parece normal que cenemos cuando ya es noche (aunque en eso ya sabemos que somos un poco raros). Algo curioso es que, aunque en España tenemos fama de simpáticos, ellos pueden llegar a pensar que no somos tan sonrientes o “amigables” en el sentido americano de mostrarse siempre muy amables, aunque no sea de forma sincera.

Eso sí, lo que en general sí les gusta es descubrir que aquí se disfruta más del momento. Incluso si al principio les pueden chocar las comidas largas, que optemos por pasear en vez de ir a todos lados en coche y esta “falta de prisa” o de “menor eficiencia”, desde la perspectiva estadounidense, es uno de esos atractivos de nuestro estilo de vida que está contribuyendo a que el número de estadounidenses que se han instalado en España aumente. Más concretamente, hasta un 60% en el último año

Foto de portada | Vicky Cristina Barcelona