
En diálogo con Canal E, el economista de IDESA, Hernán Zanghellini advirtió que el futuro de Argentina está en riesgo si no se hacen reformas profundas en el sistema educativo.
La educación como motor de desarrollo: ¿en qué falla Argentina?
Según Zanghellini, el problema de fondo es cultural y estructural. “Los argentinos creemos que el desarrollo viene de un nuevo ‘salvavidas productivo’ como el campo, Vaca Muerta o el litio, pero la evidencia muestra que el verdadero motor del progreso es la educación”, subrayó el economista.
Frente a este diagnóstico, planteó un panorama alarmante: “El 83% de los chicos de sexto grado no alcanza un nivel mínimo de matemática. Siete de cada diez adolescentes están por debajo del nivel básico en matemática y lectura”, detalló. A esto se suma que “solo el 19% de los jóvenes entre 25 y 34 años tienen estudios terciarios o universitarios, contra un 48% en los países desarrollados”.
Este bajo nivel educativo impacta directamente en la economía: “La productividad laboral está estancada desde mediados de los 90”, aseguró.
El problema no es solo la plata: hace falta gestión
Consultado sobre el aumento en partidas educativas y el veto a la ley de financiamiento, Zanghellini sostuvo que “hay que invertir más, sí, pero sobre todo hay que hacerlo mejor”.
“Argentina gasta bastante en educación en relación al PBI, pero los resultados siguen siendo malos”, enfatizó. Y agregó: “Cada vez hay menos alumnos en el sistema, entonces hay más recursos por alumno. El problema es de gestión”.
Entre los pilares que deben reformarse, destacó tres: “Mejorar la calidad docente, usar bien los datos y exigir rendición de cuentas. Ahí está la clave para que la educación deje de ser un barril sin fondo y se convierta en solución”.
“Sin rendición de cuentas, los recursos se diluyen. Si no evaluamos aprendizajes, docentes ni escuelas, nadie se hace cargo y así es imposible mejorar”, remarcó con contundencia.
Para cerrar, Zanghellini dejó una reflexión sobre el futuro: “Si seguimos como hasta ahora, el futuro es muy preocupante. Pero si usamos bien los recursos y alineamos la educación con la economía real, puede ser el motor que saque a Argentina del estancamiento”.