En su estreno en 1985, Steven Spielberg deleitó a la audiencia con ‘Los Goonies’. Su película de aventuras estaba llena de personajes encantadores y un misterio central emocionante. Guiados por un mapa del tesoro, sus jóvenes protagonistas se emprendían en una misión desesperada en búsqueda de una leyenda local para salvar su hogar.
Filmada en Astoria, Oregón, esta loca historia de aventuras estaba de hecho inspirada en leyendas locales que se popularizaron a lo largo del siglo veinte. Los habitantes de la zona estaban obsesionados con relatos que llevaban contándose desde los pueblos indígenas, y aunque muchas estaban cargadas de fantasía, había algo de verdad en todo ello.
El Santo Cristo de Burgos
Esto desveló un misterio que duró más de 300 años. En 1963, un galeón español llamado Santo Cristo de Burgos salió de Filipinas con un cargamento de seda, porcelana y cera para hacer velas. Su destino era México, pero en algún lugar del trayecto se desvió, naufragó y acabó cerca de la costa de Oregón. De todo esto, así como detalles de aquel viaje fallido, no se encontraron pruebas tangibles hasta 2022, cuando National Geographic reportó sobre una arriesgada misión de búsqueda en las cuevas marinas de Manzanita, en Oregón.

La misión fue motivada por la insistencia de un pescador llamado Craig Andes, que en 2013 había encontrado pruebas del naufragio en forma de madera a la deriva. Siguiendo las leyendas, llevaba buscándolas desde pequeño, con un espíritu de aventura no muy distinto a los protagonistas de ‘Los Goonies’. Pruebas de laboratorio corroboraron que la madera provenía de Asia y de un árbol perteneciente al siglo XVII. Esto animó a los investigadores locales, que formaron un equipo de búsqueda ayudado por voluntarios y autoridades. A la cabeza estaba Scott Williams, jefe de una asociación arqueológica de Oregón.
No dejarse llevar por el escepticismo inicial tuvo su recompensa. Tras una misión que se retrasó un año por el COVID y el impredecible clima de la zona, el equipo se dirigió a las cuevas con lanchas y equipos de escalada que supervisaban la operación desde los acantilados de arriba. Acabaron recuperando intactos más de una docena de fragmentos de madera que afirman que casi con total certeza pertenecían al casco del Santo Cristo de Burgos.

Es un hallazgo de lo más atípico, los investigadores afirman que los escasos naufragios conocidos de este tipo de galeón, que hacía rutas anuales de comercio entre Asia y América entre 1565 y 1815, nunca se había encontrado en el continente americano. Se sabía de ellos, pero tras décadas de leyendas locales y avistamientos sospechosos de todo tipo esta es la primera vez que se daba con algo tangible.
Pese a lo importante del hallazgo siguen habiendo muchos más misterios. El equipo siguió animando a los locales de que estuvieran atentos de cualquier hallazgo que pudiese desvelar más detalles del legendario galeón. Mientras, Williams recordaba que aunque se hayan encontrado restos, no han encontrado el naufragio como tal, y que a estas alturas, ni siquiera tiene claro que siga existiendo.
Imágenes: ancient mariner, Devon Carroll
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