Aunque en la intimidad del River Camp todos asumen que es una situación muy incómoda tener que convivir con futbolistas que forman parte del plantel pero no son tenidos en cuenta por el entrenador, también asumen que el grupo de los marginados tuvo indicios suficientes de parte del Muñeco Gallardo para haber encontrado hace tiempo una salida que les hubiese permitido evitar esta engorrosa coyuntura.
Acaso para distender el ambiente o quizás para evitarles más sensaciones frustrantes a los involucrados, durante toda esta semana Matías Rojas, Manuel Lanzini, Matías Kranevitter y Federico Gattoni directamente trabajaron a contraturno y no compartieron ni siquiera los ejercicios físicos que en cada comienzo de entrenamiento estaban haciendo junto con el grupo para quedarse solos una vez que los demás empezaban a trabajar con pelota.
Aunque todos se mantienen en la nómina en la página oficial del club, aparecen si número. Y es razonable: el 7 que lucía el paraguayo hoy lo lleva Maxi Salas, el 10 que llevaba Manu pasó a ser usado por Juanfer Quintero, el 5 que portaba el Tucu lo va a estrenar en breve Juan Carlos Portillo y el 2 con el que jugó el ex San Lorenzo este año en Copa Argentina hoy está vacante.
Las opciones de cada jugador
Sin número, sin lugar, sin futuro en el club y por el momento también sin la posibilidad de compartir vestuario con el resto, Lanzini evalúa el interés de Estudiantes de La Plata y la Universidad Católica de Chile aunque su deseo es encontrar un destino en la MLS. Kranevitter, en tanto, también busca un equipo en el exterior luego de desestimar un sondeo de Belgrano de Córdoba. Y en la misma situación se encuentra un Matías Rojas que nunca consideró la opción de pasar a otro equipo argentino: el ex Inter Miami ya tiene decidido que si no aparece un interesado fronteras afuera, se quedará hasta fin de año en River. Gattoni es un caso aparte: él se va a quedar hasta diciembre, se entrene con el grupo, apartado o solo.
Pero todos están un poco más lejos.
