Lo hizo de nuevo: el insólito premio que regaló el Bryne FK, primer club de Haaland

Lejos de los grandes reflectores y bellos estadios de la Premier League o La Liga, se encuentra un humilde club que compite en la Primera División de Noruega: el Bryne FK. Ubicado en una ciudad de homónimo nombre con una población de 12 mil personas; el equipo cuenta con un estadio con capacidad para 4 mil almas, un tercio de toda la comunidad. Es ahí, donde fin de semana por medio, se entregan surreales premios al mejor jugador de cada partido. Esta vez: ¡huevos, avena y leche!

Antes de meditar contra el PSG de Neymar por la Champions League, antes de los goles en el Etihad Stadium y la Bota de Oro; Erling Haaland vistió la roja camiseta del Bryne. Su debut fue con 15 años. El rubio, hoy parecido a un vikingo, era tan sólo un adolescente que en sus tiempos libres jugaba al fútbol y rapeaba en Youtube. Propio de la edad, fue su peor paso; ningún gol en 16 partidos. Luego vendrían uno atrás de otro.

Es difícil saberlo, pero lo más probable es que si Haaland hubiese seguido jugando con su primer equipo, hubiese llenado rápido la heladera. Y es que, propio de un área rural, el campo es el motor económico de la zona y el club lo sabe: no les molesta, están orgullosos de sus orígenes. Es su identidad y la comunidad se siente representada. Por eso, el Bryne recibió el apoyo de empresas privadas que ofician como sponsors cada vez que juega en su cancha. La ciudad, en el mapa.

El historial es largo, ya se repartieron 500 kilos de zanahoria, cientos de remolachas y litros de leche. Ahora, tocó un combo completo. A pesar de la derrota 3-1 ante el Viking, los premios se entregaron igual. Al autor del gol, Lasse Qvigstad, le tocó su merecido reconocimiento: ¡100 huevos, 40 bolsas de avena y 20 litros de leche!

Lejos de sus (pocos) días de gloria, ya que ganó su único y último título oficial en 1987 (Copa de Noruega), el Bryne sueña con el regreso de su máximo ídolo y volver a experimentar el dulce sabor de la victoria. Por lo pronto, retornará a las canchas el próximo 3 de agosto frente al Molde FK; en lo que será un duelo directo por el descenso. La Eliteserien más vibrante que nunca, las remolachas, amargas como siempre.