Para los que tienen que esperar a agosto para disfrutar de sus vacaciones, el puente del 25 de julio se siente como un adelanto para empezar a paladear los ansiados días de ocio y descanso. Este 2025, además, la fiesta en honor al apóstol Santiago, patrón de España, cae en viernes, por lo que es la excusa perfecta para disfrutar de una escapada de fin de semana largo de jueves a domingo.
Aunque a estas alturas del año la playa siempre es una gran idea, una opción alternativa de escapada son los pueblos de interior en los que la historia y la cultura se mezclan con paisajes de belleza incalculable. Y si, además, proponen experiencias inmersivas que te ayuden a conocer en profundidad la esencia del lugar, mucho mejor.
Uno de los destinos que cumple con todos estos requisitos es Cardona, un pueblo medieval en Cataluña que presume de estar ubicado en un entorno idílico y de conservar edificios que narran la historia de la localidad a lo largo de los siglos. La impronta medieval es la que predomina en Cardona y que es escenario de episodios míticos de la historia del país y de leyenda cuyo origen se explica solo al acercarse al paisaje.
Montañas de Sal de Cardona, Cataluña
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Qué ver en Cardona
Una de las joyas de Cardona que es visita obligatoria es su Montaña de Sal, un diapiro con afloramientos de sal que es uno de los tesoros más valiosos del pueblo desde el Neolítico. Es en este momento cuando empiezan las explotaciones en la zona, que derivarán en la apertura de minas y galerías y de la llegada por todo lo alto de la industria minera a Cardona.
Estas minas pueden visitarse en el Parque Cultural de la Montaña de la Sal, que se abrió en 2003 tras el cierre de las minas. Aquí podrás participar en una visita guiada o en otra teatralizada que te permitirá conocer en profundidad todos los secretos de este espectáculo de la naturaleza y disfrutar de un paraje único en España.
Centro histórico de Cardona, Cataluña
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Cardona resalta también por la fuerte impronta medieval que tienen sus calles, especialmente su casco antiguo, que conserva intacto el trazado medieval y que tiene la distinción de Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico. Dentro del núcleo urbano se encuentra la iglesia de San Miguel, una construcción del siglo XIV y de estilo gótico en el que destacan los retablos, la cripta y la imagen de la Virgen del Patrocino que llegó de Marsella en el siglo XV.
Aprovecha la visita a Cardona para pasear por el centro histórico, perderte por sus calles y descubrir lugares tan pintorescos como la plaza de Fira o la plaza del Mercat, donde adentrarte de lleno en la vida local. Y si lo que quieres es empaparte de la historia medieval de Cardona, en la propia plaza de Fira encontrará el Centro Cardona Medieval, una colección permanente que explica en profundidad la importancia de este periodo histórico en el pueblo.
Parador de Cardona, Cataluña.
Paradores

El Parador de Cardona, la fortaleza medieval donde pasar la noche
No podemos hablar de Cardona sin mencionar la construcción más emblemática de la zona: el castillo del siglo IX que no solo esconde una gran riqueza histórica y artística en cada uno de sus rincones, sino que también es el hospedaje ideal para turistas, pues en su interior se encuentra el Parador de Cardona. El objetivo inicial de esta fortaleza era proteger sus minas de sal, pero acabó por ser un lugar clave en la defensa de Cataluña a lo largo de los años.
La imagen que devuelve el castillo, ahora Parador, es imponente: se ubica en lo alto de Cardona, presidiendo la región, y en los días de niebla puede verse envuelto en nubes en una estampa mágica y con cierto halo misterioso al parecer que flota. Pero el mito de grandeza entorno a este castillo no se limita a esta imagen, su sobrenombre es el de ‘fortaleza nunca vencida’, pues a pesar de todo lo vivido, siempre se mantuvo como un lugar de fuerza, seguridad y resistencia.
Interior de Parador de Cardona, Cataluña.
Paradores

En su interior esconde tesoros como la colegiata de San Vicente, referente del románico lombardo catalán, o la torre Minyona, una elevación de 10 metros con planta cilíndrica donde, según cuenta la leyenda, los señores de Cardona, dueños del castillo en el siglo XV, encerraron allí a su hija como castigo por enamorarse de un musulman. Si decides vivir la experiencia de Cardona completa y hospedarte aquí, podrás dar fe de cómo el paso de los siglos y la belleza de la histoa de la que este castillo ha sido testido sigue presente también en cada una de sus estancias.