No le hizo falta alzar la voz ni buscar protagonismo. Bastó con aplicar a su discurso los consejos que, con toda probabilidad, alguna vez recibió de su madre. Con esa seguridad que no se imposta, la princesa Leonor ofreció una pequeña charla durante su formación militar que sus profesores calificaron con un sobresaliente.
Durante las prácticas de navegación, la heredera al trono ha sorprendido a todos con unas intervenciones claras, bien estructuradas y llenas de aplomo. Mandos e instructores han destacado su dicción, su naturalidad y su firmeza. Y muchos no han podido evitar la comparación: hay algo en la manera de hablar de Leonor que recuerda a la reina Letizia, tal y como indican desde Monarquía Confidencial.

No es casual. Letizia construyó su carrera delante de las cámaras, moldeando la palabra como herramienta de trabajo. Y ahora, su hija parece haber heredado no solo el timbre, sino también la intención, la elegancia y el control. En la voz de Leonor hay temple y fondo. Y eso, en palacio, se valora tanto como cualquier galón.
La oratoria no es un adorno para una reina. Es una herramienta clave. Saber comunicar en público, conectar con la gente y representar con palabras a una institución es, hoy en día, una parte esencial del trabajo real. Y Leonor, con cada ejercicio, va demostrando que lo entiende. Cabe pensar que su madre ha jugado un papel esencial en este campo.
Fotos | Casa Real
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