River y el particular contraste entre el Mundial de Clubes y la ida de octavos de la Libertadores

En el Mundial de Clubes, la gente sí ganó su partido en el último partido en Seattle. A pesar de la eliminación del equipo de Marcelo Gallardo frente al Inter, las tribunas se tiñeron de rojo y blanco, tal como había sucedido en Los Ángeles frente a Rayados. La movida fue tan importante que la FIFA eligió a los fanáticos de River para anunciar que más de 1.5 millones de personas asistieron al certamen. Sin embargo, el próximo partido a nivel internacional, en Asunción y por la ida de octavos de la Copa Libertadores, tendrá un marcado contraste en cuanto a escenario y ambiente.

La Conmebol le dio el visto bueno a Libertad tras su pedido de cambio de cancha. En un principio estaba anunciado que el partido del 14 de agosto se iba a jugar en el Defensores del Chaco, con capacidad para 36.000 personas, pero finalmente el Gumarelo podrá ser local en su estadio, llamado La Huerta y también ubicado en Asunción, en el que ingresan 14.000 espectadores.

De esta manera, de salir a la cancha en el Rose Bowl (89.000 personas) y el Lumen Field (68.000), River se jugará la mitad de su pasaje a cuartos de final en un escenario con una capacidad cinco veces menor a la del Monumental. Y en cuanto al público visitante, a la espera del anuncio de los clubes, sólo 2.500 hinchas podrían decir presente en la capital paraguaya.

Con importantes refacciones que finalizaron el año pasado gracias al apoyo económico de la Confederación Sudamericana, que incluyeron un aumento del aforo, nuevas luces LED y remodelaciones en los vestuarios, el escenario se modernizó para cumplir con los requisitos mínimos que se necesitan para poder sede de las competencias continentales y Libertad buscará hacerse fuerte en su casa.

Antes del cambio de imagen y de nombre (se llamaba Nicolás Leoz y fue rebautizado después de la participación del dirigente en el FIFA Gate), el Millonario disputó un particular partido por la Copa Sudamericana 2014, certamen que significó el primer título internacional de Gallardo como DT: el 16 de octubre de ese año, por la ida de octavos de final, Libertad ganaba 1-0 y ¡se cortó la luz!

Después de 20 minutos de interrupción volvió a la energía, Rodrigo López erró un penal para el Gumarelo y el Millonario lo dio vuelta con goles de Carlos Sánchez, Driussi y Simeone.