Javier Díaz de Lezana

La comunidad andaluza está sembrada de pequeños pueblos que invitan al visitante a dejarse seducir por espacios naturales, por playas paradisiacas o por noches interminables. Pero hay una pequeño pueblo en lo alto de una colina cuyas calles desafían los ejes de la gravedad y que ha sido declarado bien de interés: Vejer de la Frontera.

La localidad gaditana ha sido incluida en numerosas listas que incluyen los pueblos más bonitos de España por razones obvias: tiene historia, cultura, buena comida y una energía especial que hace que mucha gente se quede con ganas de volver. Si estás buscando una escapada con encanto este verano, aquí te dejamos cinco razones para incluir Vejer en tu próxima ruta.

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Su casco histórico esconde rincones de ensueño

Vejer es un auténtico laberinto de calles blancas y empedradas, donde cada rincón invita a parar y hacer una foto. Uno de los puntos clave es la Plaza de España, con su fuente de cerámica rodeada de palmeras y terrazas con muy buen ambiente. Desde ahí puedes subir a las murallas, visitar el Castillo o entrar en la Iglesia del Divino Salvador, construida sobre una antigua mezquita.

Otro imprescindible es pasear por el Barrio de la Judería, una zona llena de historia, con casas encaladas, puertas de colores y patios llenos de flores. Aquí es fácil desconectar del ruido y disfrutar de un ritmo más pausado. Descubrir sus patios y los molinos de viento, subir hasta el mirador es otra de las actividades especiales que ofrece la ciudad, con unas vistas únicas del paisaje de Vejer.

Un ambiente que te atrapa

Vejer tiene una mezcla perfecta entre tranquilidad y vida local. No es un pueblo-parque temático, sino un sitio real, con vecinos que siguen su día a día, mercados, tiendas artesanas y bares donde se reúnen los de siempre. Pero también hay mucho arte, galerías pequeñas, tiendas con diseño local y alojamientos con mucho gusto.


Imagen de la plaza de España en Vejer de la Frontera.


Gonzalo Höhr


Ya sea que vayas en pareja, con amigos o solo, es un lugar donde te sientes bien. Pasear sin rumbo, tomar algo al atardecer o charlar con la gente del lugar se convierte en parte del plan. Y eso, a veces, vale más que cualquier monumento.

La rica gastronomía, del atún rojo a la cocina con estrella

La gastronomía es otro de los grandes motivos para visitar Vejer. Aquí se come muy bien, y hay opciones para todos los gustos y bolsillos. Si es tu primera vez, no te vayas sin probar el atún rojo de almadraba, sobre todo en temporada (de mayo a junio). En sitios como El Campero (en Barbate, a pocos minutos) o La Judería en el centro de Vejer, lo preparan de mil formas.

Otro clásico es el lomo en manteca, típico de la zona, o las berzas gaditanas si te apetece algo más tradicional. Y para los que buscan algo más moderno, hay propuestas como Corredera 55 o el restaurante Junto, donde la cocina local se mezcla con influencias internacionales. Ah, y no olvides tomar un té o un dulce árabe en alguno de los teterías con vistas, como en el mirador de la Corredera.

Barbadillo Jazz Vejer, el festival del verano

En un mundo donde todo está invadido por la masificación no todo está perdido en el terreno de los festivales. Prueba de ello es Barbadillo Jazz Vejer que este año celebra su novena edición entre el 26 y el 28 de junio y que contará con artistas de la talla de Peter Bernstein, Alain Pérez y Nik West, entre otros. También estará actuando la cantante, bajista y compositora americana Nik West y el multiinstrumentista cubano Alain Pérez, ganador del Grammy Latino 2021 al Mejor Álbum de Música Tradicional y quien ha compartido escenario con artistas de la talla de Celia Cruz, Chucho Valdés, Diego El Cigala o Paco de Lucía.


Una de las actuaciones del Barbadillo Jazz Vejer.


Gonzalo Höhr


Este es un certamen de íntimo que huye de la masificación y en el que prevalece la calidad a la cantidad, de hecho, debido a lo accesible de los espacios, la cercanía con los artistas debido a las reducidas dimensiones de los espacios donde se celebran los conciertos, la experiencia se convierte en algo único. Si a eso le sumamos que el telón de fondo son las calles encaladas de la localidad gaditana, el escenario Atamán en la Muralla de la Segur o el coqueto Teatro de San Francisco situado en la misma plaza del Mercado, no hay duda de que Barbadillo Jazz Vejer es un festival mágico.

El origen de Barbadillo Jazz Vejer viene de la inspiración que producen los bucólicos rincones de Vejer. Su gente, sus monumentos, su naturaleza, su gastronomía, sus alojamientos… La combinación del jazz con todo lo que ofrece la ciudad, da lugar a tres días de experiencias únicas,

Playas cercanas que parecen de otro mundo

Aunque en el pueblo de Vejer como tal no hay playa, en menos de 15 minutos en coche puedes llegar a algunas de las mejores de Cádiz, incluida la de El Palmar que pertenece al municipio: una playa larga, abierta, ideal para surfear o simplemente tumbarte a ver la puesta de sol con una cerveza en la mano.

También puedes ir a Zahora, Los Caños de Meca o incluso al Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate, donde además de playa, hay rutas de senderismo y acantilados espectaculares. Son playas menos urbanizadas, con un ambiente relajado, chiringuitos con encanto y mucha naturaleza.

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