Las Crocs se han convertido en nuestro calzado de cabecera en los meses de calor. Y es que estos zuecos de goma son de los más cómodos, pero es que encima la posibilidad de personalizarlos tuneándolos a nuestro gusto es todo un must. Eso sí, podría ser que nuestros pies no estén tan de acuerdo con ello, porque resulta que no son el mejor calzado para cuidar de ellos, así lo explica el podólogo Héctor Alonso.
Puede que ese par de Crocs que usas para estar por casa, ir a la piscina y hasta darte un paseo por la ciudad, le pase factura a tus pies: «son demasiado blandos e inestables. Si tienes los pies muy flexibles y se te tuerce el tobillo fácilmente, este zapato no es para ti,» ha explicado el experto en un vídeo que ha compartido con sus seguidores en redes.
Pero eso no es todo, no solo es cuestión de que no se agarran bien a los pies y podrían llegar a provocarnos ciertas lesiones en los tobillos, sino que también podrían causarnos molestias en los músculos del pie: «cuando caminas se comprime tan fácilmente que literalmente caminas sobre un cojín. Tus músculos tendones y ligamentos se están fatigando más rápido,» explica Héctor.
Y es que por muy ideales que nos puedan parecer estos zuecos de goma, lo cierto es que no se trata de una de las mejores alternativas para la salud de nuestros pies este verano. Siempre es mejor optar por un calzado que se sujete bien al tobillo y que a poder ser sea de un material de calidad, como es el caso de la piel, que se adapta mejor a la forma de nuestra plata del pie.
Fotos | @hectoralonso.podolo
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