Los reyes Felipe y Letizia han vuelto a Ciudad del Vaticano para asistir, en la Plaza de San Pedro, a la misa de inicio del ministerio petrino del obispo de Roma León XIV. Después de su protagonista presencia en el funeral del papa Francisco junto a Donald Trump y con una doña Letizia impecable de negro y cumpliendo el protocolo
, los reyes han regresado a Roma ocupando, de nuevo, un puesto privilegiado entre los invitados.
En las primeras filas de los asientos situados en la plaza se han congregado diferentes representantes de las casas reales que no han querido faltar a esta importante cita. Sin embargo, ha sido la reina Letizia, quien ha acaparado todas las miradas frente a otras royals como Máxima de Holanda o Rania de Jordania. ¿El motivo? Que ha aprovechado el «privilegio del blanco» con un look elegantísimo y que ha competido con el de Charlène de Mónaco, quien también ha lucido este color.
Por qué la reina ha vestido de blanco en la primera misa del papa
Como era de esperar, doña Letizia ha cumplido con la tradición y con esa regla no escrita que dice que
las reinas católicas pueden vestir de color blanco en sus encuentros con el Pontífice. Un privilegio que comparte con otras seis mujeres y que les permite llevar este color, en lugar del negro tradicional.
Se trata de
uno de lo protocolos de vestimenta más antiguos del mundo y representa un gesto de distinción y deferencia del Vaticano hacia soberanas de casas reales reinantes, por el apoyo a estos países al papa tras la escisión anglicana.
María Jesús Montero, el rey Felipe VI, la reina Letizia y Yolanda Díaz en la embajada de España, antes de acudir a la misa. /
A día de hoy, además de la mujer de Felipe VI, la reina Sofía, la reina Paola de Bélgica, la reina Matilde de Bélgica, la gran duquesa María Teresa de Luxemburgo y la princesa Charlène de Mónaco, son las otras mujeres que pueden hacer uso de este color que transite pureza y solemnidad.
La reina
Letizia recurrió al «privilegio de blanco» por primera vez en 2014 durante audiencia privada con el Papa Francisco, su primer encuentro con el Pontífice ya como reina de España. En esa ocasión, escogió traje de chaqueta blanco de Felipe Varela. Hoy, ha ido un paso más allá y lo ha hecho añadiendo una mantilla.
Con mantilla y pendientes de perlas australianas del lote del pasar
Del brazo de Felipe VI, la reina ha llegado a la basílica destacando entre el resto de asistentes, que vestían el color negro en señal de respeto y como así marca el protocolo. Un punto blanco entre una masa negra destacaba y sí, los detalles de look de Letizia ya han sido uno de los elementos más comentados de la cita religiosa.
La reina consorte, cumpliendo con el dress code, ha elegido como base de su estilismo un vestido blanco que ha estrenado para la ocasión y que pertenece a la firma española Redondo Brand. Se trataba de un diseño confeccionado en crepe, de largo midi que le quedaba por debajo de la rodilla y que tenía un sencillo corte con cuello a la caja y manga larga.
Un diseño de silueta recta que tenía como único detalle un pequeño nudo en el hombro y que combinó como también se esperaba: con una mantilla. Prescindiendo de la peineta, la reina añadió este velo blanco con detalles de encaje que defendió de maravilla y que llevó sobre la melena suelta.
Por último, doña Letizia completó el look con unos
salones de color marrón claro y de tacón kitten heel, de un
bolso de asa corta que también parece nuevo y de unos preciosos pendientes que forma parte del lote de joyas de pasar. Son unos pendientes largos desmontables que constan de un pequeño chatón y varios diamantes de los que cuelga una gran perla.



