Sara Flamenco

Todos hemos pasado por épocas en las que parece que te despiertas ya cansado y por mucho que creas que descansas, no te sientes con ganas de afrontar ninguna de las tareas programadas. Si después de descartar cualquier complicación de salud continúas así, quizá tu estilo de vida esté jugando en tu contra.

La suplementación siempre está ahí y no está mal acudir a un especialista para que te recomiende lo que necesitas según tu edad y condición, pero cambiar ciertos hábitos de vida
puede recargarte la batería a tope. Y no lo decimos nosotros, lo dice el médico en Epigenética e Internista Alexandre Olmos.

En uno de sus vídeos en redes sociales, este sanitario aboga por dos sencillas propuestas para recargar las pilas. Olvídate de dietas difíciles de mantener, rutinas extenuantes de gimnasio o retos imposibles.
Alexandre Olmos sólo recomienda frío y un horario adecuado en la cena. Nada más.

Los dos secretos de Alexandre Olmos para recargarte de energía

«Literalmente, parece magia», dice en sus redes sociales. Y es que este experto recomienda sólo dos pequeños cambios en tus hábitos de vida para volver a tener toda la energía que tenías en tu infancia. «Cuando probé esto por primera vez, pasé de estar cansado durante todo el día a sentirme vivo de verdad. Y no, no necesitas tomar nada extraño», asegura.

Lo primero que te recomienda, es exponerte al frío. Pero no te dice que te metas en una bañera con hielo, sino que te des una ducha de agua fría durante uno o dos minutos. «Vas a notar ese subidón de energía, la mejora de la circulación y se va a activar tu sistema inmune como un cohete«, afirma el experto.

Según asegura la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia,
las duchas con agua fría pueden producir una sensación subjetiva de bienestar, de disminución del estrés, relajación y mejora de la atención. Esto se debe a la liberación de neurotransmisores y a la activación nerviosa generada por el frío.

La segunda recomendación del doctor Alexandre Olmos es dejar de cenar tarde
. «Si cenas tres horas antes de irte a dormir, tu cuerpo
entra en modo recuperación y no en modo digestión«, asegura en sus redes sociales. Y es que ya sabes que cenar justo antes de irte a dormir no es lo más recomendable.

«Vas a dormir profundo, vas a quemar grasa mientras sueñas y tu reloj biológico se sincroniza solo«, asegura en cuanto a los beneficios de esta práctica. Cenar tarde puede afectar negativamente a la calidad del sueño, porque interfiere con los ritmos circadianos y puede causar molestias digestivas.

Además, cenar pronto puede ayudarte a adelgazar porque el cuerpo procesa mejor los alimentos y no los almacena en forma de grasa. Además, como
la digestión se ralentiza durante la noche, es más fácil que los alimentos se conviertan en grasa si se comen tarde.