Madrid es una ciudad en la que encontrar
un plan original para hacer en un fin de semana no es tarea complicada. En la capital puedes descubrir desde los restaurantes más exclusivos
hasta los museos recónditos que son toda una sorpresa. Más allá de los confines de la M-30, también puedes disfrutar de actividades al aire libre como rutas de senderismo
que, ahora que llega el buen tiempo, se convierten en una opción de lo más atractiva.
Sin embargo, la Comunidad de Madrid y sus alrededores cuenta con edificios históricos que bien merecen una visita. Entre ellos, hoy destacamos los palacios. Aunque Madrid cuenta con multitud de edificios que antaño fueron palacios y que hoy se ha reinventado su uso, algunos de ellos siguen perteneciendo a la Corona y conservan la esencia del esplendor de la monarquía de hace siglo.
Jardines de cuento, salones impresionantes o capillas con obras de arte de gran riqueza, estos palacios distribuidos por toda la comunidad son lugares preciosos y lleno de historia y cultura. Lo mejor de todo es que están abiertos al público, por lo que si te apetece un plan de turismo especial para este fin de semana, estos palacios propiedad de Patrimonio Nacional a menos de una hora de Madrid te son la propuesta ideal para un día diferente.
Palacio Real de Aranjuez /
Palacio Real de Aranjuez
El Palacio Real de Aranjuez se encuentra en el Real Sitio de Aranjuez, integrado en el Paisaje Cultural de Aranjuez que fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2001 por la integración que hace del entorno natural y la arquitectura. Este palacio se construyó en 1564 por orden del rey Felipe II. Se lo encargó a los arquitectos Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera con el fin de conseguir un palacio al estilo renacentista, inspirado en aquellos italianos y flamencos que tan de moda estaban en el momento.
El Palacio de Aranjuez, sin embargo, no estuvo terminado hasta el reinado de Fernando VI, en 1752, aunque su ampliación se ha extendido hasta el S.XX, primero con la obra de Fernando Sabatini en 1775 y, finalmente, con las rejas que concibió este arquitecto pero que no se colocaron hasta 1973. El proceso continuado a lo largo de los siglos hace que tanto en su interior como en sus jardines se puedan ver obras de estilo barroco o neoclásico que impregnan de una belleza y riqueza cultural única el palacio y su entorno.
Este enclave, además, fue escenario de uno de los acontecimientos históricos más importantes de la historia de España: el Motín de Aranjuez, que tuvo lugar en 1808. En ese momento, el Palacio Real de Aranjuez era la residencia de primavera del rey Carlos IV, a quienes los partidarios de su hijo Fernando VII culpaban – junto a Manuel Godoy – de las cesiones a Napoleón. El resultado de esta revuelta fue la abdicación de Carlos IV en Fernando VII y marcó el punto de partida de la Guerra de Independencia Española contra los de Napoleón.
Gabinete de Porcelana en el Palacio de Aranjuez /
Qué ver en el Palacio de Aranjuez
Si visitas el Palacio Real de Aranjuez podrás conocer varias estancias que reflejan el esplendor de estas décadas pasadas. Una de las más curiosas es el Gabinete de Porcelana, que se encuentra entre los salones decorados por los borbones. Fue el rey Carlos III quien pidió a la Real Fábrica de Porcelana del Palacio del Buen Retiro esta obra de porcelana esmaltada en colores alegres y con motivos principalmente orientales.
Otra de las salas en las que merece la pena detenerse por lo singular que es es la Sala de los Espejos, que hizo las veces de cámara de Carlos II. Esta estancia destaca, como su propio nombre indica, por la decoración a base de espejos enormes con ornamentos de lo más especiales. La pintura de la bóveda del techo data del S.XIX y refleja motivos bucólicos acorde a la esencia del conjunto.
Jardín del Príncipe en el Real Sitio de Aranjuez /
Fuera de las esrancias del palacio, merece la pena perderse por el Jardín del Príncipe, que debe su nombre a Carlos IV, monarca que mandó construirlo mientras ostentaba aún el título de Príncipe de Asturias. Este espacio está embellecido con elementos arquitectónicos de estilo neoclásico, como las puertas de entrada, el Gran Pabellón o la imponente Casa del Labrador. Las fuentes son también grandes protagonistas del entorno y ayudan a acentuar el concepto idílico y gustoso de este jardín por el que pasearon tantos reyes.
Jardines del Palacio Real de la Granja de San Ildefonso /
Palacio Real de la Granja de San Ildefonso
Ubicado en la provincia de Segovia pero apenas a una hora de Madrid encontramos el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso que, entre otras cosas, recientemente ha sido escenario de series como La vida breve
o Valle Salvaje
. Este palacio se encuentra dentro del Real Sitio de la Granja de San Ildefonso, declarado Conjunto Histórico Monumental, y consigue reflejar a la perfección el esplendor de los Borbones en el S.XVIII.
En 1717
Felipe V, primer rey de la dinastía de los Borbones en España, cayó rendido ante la belleza del entorno y mandó levantar un
palacio inspirado en la corte francesa de la que provenía como lugar de descanso idílico. Las obras corrieron a cargo de Teodoro Ardemans y en apenas unos años la monarquía se instaló aquí. La fachada actual, sin embargo, es obra Filippo Juvarra y su discípulo Giambattista Sacchetti, que pusieron un toque italiano a la construcción.
La Granja de San Idelfonso también ha sido testigo de importantes episodios históricos. Uno de los más reseñables fue la abdicación de Felipe V en su hijo Luis I en 1724. Sin embargo, la pronta muerte del hijo hizo que Felipe V volviese al trono y, por tanto, al tratarse de la residencia del rey, el palacio tuviera que ser ampliado. A este hito se le deben las obras posteriores y la instalación de ornamentos en los jardines como las preciosas fuentes que hoy se pueden visitar.
Sala de Mármoles o de Europa en el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso /
Qué ver en el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso
Actualmente, en el interior del palacio los turistas pueden pasear por las que fueran los apartamentos reales, que aún hoy siguen manteniendo la decoración y la esencia del reinado de Felipe V. Es en la planta baja donde se localizan los espacios más impresionantes de todo el complejo. Uno de los que más llaman la atención es la Sala de Mármoles o de Europa, que recibe su nombre por la piedra presente en la mayor parte de la estancia y por la medalla que decora su techo y que representa el mito del Rapto de Europa.
Pero si por algo sobresale el Real Sitio de la Granja de San Ildefonso, más allá de por la historia de su espectacular Palacio Real, es por los jardines. El rey Felipe V quiso traer a España la tradición de la jardinería francesa, su país de origen, que alcanzaba su máximo esplendor en los jardines de Versalles. Sin embargo, la inspiración de los jardines de la Granja de San Ildefonso es el de Marly, el sitio de recreo ideal de Luis XIV.
Espectáculo de fuentes en los jardines de la Granja /
Fueron varios los arquitectos franceses que estuvieron al frente del proyecto y que tenían como objetivo plasmar esta estética que el monarca tanto admiraba. Pero más allá del diseño de esta zona, los jardines de la Granja de San Ildefonso destacan por la presencia del agua como elemento decorativo a través de las fuentes que lo decoran. Estas fuentes fueron pioneras a la hora de crear espectáculos con el agua. Pero esto no se quedó en el pasado, pues aún hoy si visitras estos jardines también podrás ser testigo del espectacular show acuático que tiene lugar en ellos.