Elena Romero Vargas

La geografía española está plagada de pueblos con mucho encanto
, ya sea por la belleza de sus calles y entorno, por su historia o por la riqueza cultural que guarda. Otros, sin embargo, destacan por sobresalir en las tres cualidades. Y de esto el norte de España sabe mucho.

Uno de los pueblos que no dejan indiferente a nadie se ubica en la Comunidad de Navarra, concretamente en el Valle del Baztán, y se ha convertido en uno de los destinos favoritos de los amantes de la literatura por ser el escenario de una de las trilogías literarias (y también cinematográficas) más famosas de la última década. Hablamos de Elizondo, el pueblo navarro que ha inspirado la Trilogía del Baztán de Dolores Redondo y que es un destino turístico que merece la pena tener en el radar.

Elizondo es la capital del Valle del Baztán. Situada en el centro del mismo, esta localidad ya goza de un protagonismo especial desde el S.XIV y fue escenario de importante acontecimientos históricos, especialmente en el S.XIX, cuando fue refugio de Carlos María Isidro durante la primera guerra carlista.

Aunque su origen se ubica en la Edad de Hierro, fue en la época de los romanos y, posteriormente, en la Edad Media cuando comenzó a forjarse la identidad cultural de Elizondo. La influencia del asentamiento de los vascones en la zona ha marcado las tradiciones que aún hoy siguen perpetuándose en la región, mientras que sus principales edificios que todavía siguen en pie se levantaron en el medievo, aunque en sus calles también se pueden ver construcciones más recientes igualmente preciosas.

Qué ver en Elizondo

Elizondo tiene varias paradas que, si vas a esta localidad, tienes que ver sí o sí. Una de ellas es la iglesia de Santiago que además de ser un ejemplo precioso de la arquitectura neoclásica de la zona, también cuenta con una curiosa historia detrás. La original iglesia de Santiago se levantó en el S.XVI en la Plaza de los Fueros, cerca del ayuntamiento, pero debido a unas inundaciones que dañaron gravemente su estructura, la reconstruyeron entre 1916 y 1925. Esta iglesia con fachada de piedras rojizas tan característica es lo que se puede ver hoy.

Iglesia de Santiago, Elizondo / turismo navarra

Otro de los enclaves imprescindibles en Elizondo es el puente y presa de Txokoto. Este sitio es conocido por las impresionantes vistas de la zona que ofrece. Con el río como elemento principal, este puente de piedras consigue una imagen de las casas tan particulares de la zona que ayudan a conseguir las vistas perfectas. El interés por este enclave creció gracias a las películas que llevaron al cine la Trilogía del Baztán y que demostraban que, efectivamente, sus vistas eran incomparables. Pero no es el único escenario de la ficción que se puede visitar.

Otro de los sitios que aparece en los libros y películas bajo el nombre de Mantecadas Salazar es, en realidad, la Panificadora Baztanesa. Su historia se remonta a 1958, fecha en la que esta panificadora empezó a hacer pan y dulces para sus vecinos. Actualmente continúa con su función y, además, ha sumado a la decoración de su fachada el cartel que se utilizó durante el rodaje de la película.

Calles de Elizondo, Valle del Baztán / turismo navarra

Aunque Elizondo esté lleno de edificios históricos, el mejor plan de esta zona es perderte por sus calles y descubrir rincones y paisajes que merece la pena visitar, como todas las viviendas de los indianos que llegaron a la zona después de conseguir una gran fortuna en América. Una de las calles más famosas y donde mejor se puede apreciar la esencia de Elizondo es la calle Jaime Urrutia, llena de casas de piedras y balcones de flores ideal para empaparte de la estética local.

Elizondo, un pueblo de leyenda

La Trilogía del Baztán no solo dio a conocer el encanto y la belleza tan particular de Elizondo, también puso en valor una mitología riquísima con siglos de tradición a sus espaldas. Y es que en esta localidad existen multitud de leyendas sobre criaturas ancestrales que campan a sus anchas y que son reflejo de la herencia cultural de la región.

Una de las leyendas más arraigadas a Elizondo es la del Basajaun , una criatura que se dedica a cuidar de los pastores y que vive en la profundidad de los bosques. Otro personaje de la mitología de Elizondo es Mari, diosa de la tierra y encargada de controlar la meteorología, pero también de castigar las injusticias.

El Valle del Baztán es tierra de brujas y existen multitud de leyendas sobre ellas. Se dice que en esta zona eran frecuentes los akelarres, reuniones en las que se realizaban conjuros. La leyenda sobre la existencia de brujas en la zona es tan potente que incluso en la época de la Inquisición muchas mujeres fueron perseguidas y acusadas de pertenecer a este grupo.

No hay mitología completa sin una buena historia de fantasmas y en Elizondo existen varias criaturas con las que se recomienda tener cuidado. Una de ellas es el Inguma, un ser maligno que roba el alma de los bebés. Otras, los Gauekos, espíritus de la noche que vagan por la oscuridad buscando almas en las que quedarse a vivir. Sin embargo, contra todo mal siempre hay un gran remedio y en este caso es la flor de cardo el amuleto que los habitantes de esta zona del Baztán llevan para cuidarse de estas criaturas.