Cada 8 de marzo, desde 1975, se conmemora el Día de la Mujer Trabajadora. La fecha invita a reflexionar sobre los derechos conquistados y los desafíos que aún hoy persisten. Pero también es el mes ideal para conocer y homenajear a mujeres que hacen Córdoba.
Quien recorre las calles del barrio Alto Alberdi se encuentra con la cotidianidad de uno de los barrios más poblados de la ciudad de Córdoba. Allí, a pocos metros de la Plaza Jerónimo del Barco, se eleva “La Perrucheta”.
Desde hace diez años es más que una simple peluquería canina: es un refugio de amor, paciencia y respeto hacia los peludos de cuatro patas. Silvana Mercado, estilista canina y dueña de la peluquería, se animó a emprender y construyó allí el lugar en el que encuentra la cura y solución a sus problemas.
Mano a Mano dialogó con Silvana para conocer a la mujer que se encuentra detrás de la peluquería canina visitada por más de 30 perros al mes.
El vínculo con su profesión inició cuando notó que Feroz, uno de sus perritos, sufría cada vez que iba a la peluquería. Esa inquietud la llevó a investigar para aprender a cortarle el pelo ella misma. El camino de la profesionalización lo inició cuando, hace doce años, se mudó desde el interior a la capital provincial. Instalada en la ciudad, hizo el curso de peluquería y estética canina.
“Antes de terminar el curso ya tenía trabajo en una veterinaria, pero mi sueño siempre fue tener un local propio. Un día salía de mi casa y en el camino vi que un local tenía el cartel ‘dueño alquila’, así que llamé, lo fui a ver y lo alquilé”, relata Mercado quien, durante los años de trabajo en una veterinaria de Nueva Córdoba, había ahorrado y comprado herramientas para cuando llegara el día en el que su deseo se hiciera realidad.
El cartel de la vidriera, las cortinas y cada rincón fueron hechos a mano por Silvana. “Mientras todavía trabajaba en la veterinaria iba haciendo todo lo del local, con mis propias manos, y los domingos me sentaba en la puerta y repartía folletos a la gente”, recuerda sobre sus inicios.
“La Perrucheta” se encarga de brindar un servicio personalizado, paciente y amoroso a cada cliente que ingresa al local. Esto implica que no utiliza caniles, ya que el lugar está preparado para que el tiempo que estén allí se sientan como en su casa, y evita que los turnos se acoplen para que no haya ladridos que puedan incomodar a otro perro que está recibiendo el servicio. “Entiendo que ellos se merecen lo mejor de uno, por eso siempre el objetivo es que se vayan a sus casas con la colita levantada y con ganas de volver”, comentó.
Desde que abrió la peluquería, hace ya diez años, el volumen de trabajo ha variado. En algunos momentos llegó a dar 15 turnos por día. Actualmente, aunque la demanda se mantiene igual, trabaja con seis o siete turnos diarios debido a que atiende ella sola.
En Córdoba se calcula que hay más de 40 peluquerías caninas. La ciudad se hace eco de lo que ocurre en el resto del país y del mundo, los perros pasaron de ser el mejor amigo del hombre a un miembro indiscutido de las familias. En ese sentido, los negocios vinculados a bienes y servicios de uso de mascotas han proliferado.
Sin embargo, para Mercado su trabajo no es un negocio. Sin dudarlo asegura que su principal guía es el amor y la pasión. “Si haces esto para ganar plata no te va a ir bien, porque cada perrito toma lo que le transmitimos y lo que sentimos. Es un trabajo para hacerlo con amor, es cierto que hay un crecimiento del comercio porque al estar en dentro de casa el aseo se vuelve indispensable, pero es una vida que hay que cuidar y no usar económicamente”, señaló.
Los perros salvan y sanan
Además de tijeras, cepillos, shampoo y alguna música relajante de fondo, en cada servicio no faltan los mimos, juegos y caricias en el mesón de trabajo. En una jornada, mientras jugaba con uno de sus clientes frecuentes, entre juegos y caricias el perro le golpeó en la mama izquierda.
“Yo seguí como si nada. A la semana empecé con mucho dolor, ya no podía mover mucho el brazo, pero seguía trabajando en la pelu. Llegó un momento que me dolía tanto que fui al médico y ahí fue que, gracias a esa patadita que él me dio, encontraron un nódulo en la mama”, contó Silvana.
-¿Cómo fue el tratamiento?
– El nódulo no llegó a ser cáncer porque lo encontraron a tiempo. Empecé con un tratamiento muy duro, con unas pastillas que me producían mareos y náuseas, pero desde que lo empecé le pedí por favor a la doctora que no me dijera que dejara de trabajar porque ellos (sus clientes perrunos) me iban a curar, y hoy doy fe de que ellos sanan.
“Le pedí por favor a la doctora que no me dijera que dejara de trabajar porque ellos (sus clientes perrunos) me iban a curar, y hoy doy fe de que ellos sanan”
Silvana Mercado
En el tiempo que duró el tratamiento la peluquería y sus “sobrinos” -como llama a sus clientes perrunos-, se convirtieron en el lugar donde Silvana encontraba las fuerzas para seguir. Con un ayudante, para evitar hacer fuerza, siguió trabajando.
“Ellos me ayudaron a transitarlo, me dieron fuerza. Hasta el día de hoy yo puedo tener un montón de problemas, pero entro a mi mundo, que es la peluquería, y me olvido de todo. Del primero al último turno estoy con la misma energía, ganas y amor porque ellos me devuelven todo, el amor y la salud que tengo hoy me la dan ellos”, expresó Mercado, quien desde hace 12 años se dedica a la estética canina.
Desde diciembre del 2024, después de afrontar el tratamiento, Silvana tiene el alta médica. Los nódulos que aún tiene están controlados y debe continuar con las mamografías anuales. “Hacía más de 20 años que no me hacía una mamografía por estar ocupada trabajando, siempre poniéndome en un segundo lugar. Pero fue la patadita inocente de él la que me descubrió el nódulo y me permitió agarrarlo a tiempo”, expresó.
Resiliencia
La resiliencia puede definirse como la capacidad de los seres vivos para adaptarse a situaciones adversas. Si se lo explica con un dicho popular, el término refiere a caerse y levantarse, pero levantarse con más fuerza de la que se tenía.
– En relación a tu historia personal, ¿qué reflexión te deja el Mes de la Mujer?
– En mi historia personal, sobre todo me deja un mensaje de resiliencia. Pero también de amor al otro, de unión, de trabajar juntas sin competencia entre nosotras, el ser empática y sorora. Me deja muchas reflexiones, mucho tiene que ver con esa hermandad de mujeres que nos falta y sobre esos derechos que aún nos faltan conquistar, pero que primero necesitamos entender más que es la empatía y la sororidad entre mujeres.