La dieta mediterránea y la cultura de la sidra son dos costumbres gastronómicas que la UNESCO ha reconocido como bien inmaterial de la humanidad. Sin embargo, tenemos alguna otra que parece sacada más de una película de ciencia ficción de Hollywod que de un libro de cocina. En concreto, nos estamos refiriendo a un plato típico de la desembocadura del Río Miño, en Galicia, y que se hace con lo que popularmente llaman «el pez vampiro» por la cantidad de dientes que tiene.

Con el aspecto que tiene, no es difícil de creer que la lamprea sea un pez prehistórico. De hecho, se sabe que se originó hace 400 millones de años y es más antiguo que los dinosaurios. Eso sí, como delicatessen gastronómica, es un plato que le debemos a los romanos, quienes inventaron unas estructuras de piedra específicamente para capturarlos y transportar después este pescado en ánforas hasta Roma.

La lamprea no solo es un animal feo sino que, además, vive de parasitar a otros peces, a los que les chupa la sangre para alimentarse. Nace y muere en ríos de agua dulce, aunque vive en el Atlántico. Es en ese momento desovar y morir que vuelve al río y es capturado para su consumo usando técnicas milenarias y regulada de forma deportiva. Así que puedes imaginarte que no es un pescado económico.

Unnamed 5 7 Concello de Arbo

Además, esta característica lo ata también geográficamente a zonas muy concretas. Fuera de España lo podemos encontrar en Portugal o Letonia y, en nuestra fronteras, solo se pesca en Galicia. Tal y como ya apuntábamos más arriba, en la zona del Miño y sus afluentes Deva y Cea. No obstante, aunque no es imposible encontrarlo en restaurante de Madrid y Barcelona, que para comer la lambarea auténtica hay que desplazarse hasta la provincia de Pontevedra y, en especial, a su cuna: un pueblo de 3.700 habitantes llamado Arbo.

Ubicado a 50 kilómetros de la costa y a 556 de Madrid, Vigo es en realidad la capital más cercana a este pueblo. Aquí se celebra cada año, durante el tercer fin de semana de abril, la Fiesta de la Lamprea, en la que se consumen miles de kilos de este pescado regados con vinos del Condado o albariños.

Lamprea A La Bordelesa Juantiagues Juanjo Mejuto

Es entre febrero y mayo cuando la lamprea está en temporada y cada ejemplar suele pesar entre 1,2 y 1,5 kilos (e incluso hasta dos) y medir entre 90 centímetros y 1,20 metros. Por lo difícil que es acceder a él, es un pescado que no suele cocinarse en las casas. Sin embargo, podemos comerlo en los restaurante de Arbo y alrededores cocinado en recetas de esas que han pasado de generación en generación. Aunque la más conocida de todas es la lamprea a la bordalesa: guisada con su propia sangre, vino y cebolla

Foto de portada | Fernando Losada Rodríguez

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