Estrenada en nuestro país este pasado 2024, es desde luego una de las mejores comedias románticas televisivas de lo que llevamos de década. Estoy hablando de la australiana ‘Colin de cuentas‘ (Colin From Accounts), cuyas dos temporadas (de ocho capítulos de media hora cada uno) se pueden disfrutar en Movistar Plus+.
Creada y protagonizada por Harriet Dyer y Patrick Brammall, pareja en la vida real, la serie no deja de ser un chico conoce chica pero con un llamativo accidente como punto de partida. Al cruzar una calle, Ashley le enseña un pezón a un desconocido (Gordon); este, distraído por esta visión, atropella a un perro. El perro sobrevive, por cierto, y su cuidado será lo que acerque a esta pareja.
Así arranca una serie que no se complica demasiado con un millón de secundarios ni subtramas, poniendo todo el rato en el centro a una desastrosa muchacha y un hombre más maduro con atisbos de síndrome de Peter Pan. Poco a poco en lo que se conocen y flirtean empezaremos a ver que ni una es tan desastre ni el otro tan infantiloide.
Pezones y perretes
El triunfo de la serie no está solo en lo evidentemente desternillante que es, también porque no juegan demasiado a eso de «enemigos a amantes» y van muy pronto de cara gracias a la apabullante química que desprende la pareja protagonista. Algo que da una gasolina muy agradecida, insuflando vida a la comedia.
‘Colin de cuentas’ te garantiza, en todo momento, una buena ración de risas con un universo refinado de secundarios (la microcervecería es estupenda) y un tono nada empalagoso. Es más, es decididamente más gamberra de lo que podríamos esperar, consolidando un planazo (de puntuación perfecta) más que imprescindible para días como San Valentín.
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