Llevamos mucho tiempo hablando de las bondades del powerwalking y de cómo andar puede favorecer tu salud. Es un ejercicio eficaz y asequible a todo tipo de personas y, combinado con entrenamiento de fuerza, te suma años y calidad de vida. Y cada vez son más las boces profesionales que abogan por este ejercicio, sumándole particularidades que no conocíamos.
La coach y escritora americana
Joyce Shulman, autora de Walk Your Way to Better, asegura que caminar «mejora nuestro estado de ánimo, fortalece los huesos, potencia la pérdida de peso
, mejora la memoria, combate la depresión, impulsa la creatividad, reduce el estrés y, literalmente, suma años a nuestra vida».
Hace unos meses Shulman
publicaba Why walk?, donde trata un nuevo concepto: la caminata intencional, una práctica que, según afirma, empodera a las mujeres. Esta variante se define como el acto consciente de dejar todo lo que estás haciendo o lo que crees que tienes que hacer para salir a caminar durante un tiempo determinado.
La escritora asegura que el simple hecho de ponerte en movimiento
impulsa tu corazón e impacta en todo tu cuerpo, desde los huesos hasta el cerebro. «Te permite dedicar un rato a pensar, a escuchar música o a conversar con otra persona», explica en su libro sobre la caminata intencional.
La caminata intencional aumenta los niveles de oxitocina. /
Juntas siempre es mejor
Según Shulman, cuando dos mujeres caminan juntas regularmente, se genera un vínculo muy especial ya que sus conversaciones fluyen de un tema a otro creando una intimidad especial. «De ahí que, las mujeres que caminan juntas de forma habitual tienen menos probabilidades de sentirse solas», dice en su libro.
Por tanto, caminar en compañía no sólo aporta beneficios físicos y psíquicos, sino que también nos proporciona alegría y felicidad. Para comprobarlo realizó su propio estudio, concluyendo que las mujeres que caminan regularmente con amigas tienen 2,5 menos probabilidades de sentirse solas. Y ella lo atribuye a tres razones, principalmente:
1. Somos seres sociales: según concluyó la Universidad de Harvard, las relaciones sociales de calidad son el verdadero secreto de la felicidad. Pero es que además, un estudio de la Universidad de Yale descubrió que compartir una experiencia con otra persona amplifica nuestra percepción de esa experiencia. ¿Qué quiere decir esto? que «estás programado para disfrutar de ese paseo y recordarlo con más cariño cuando lo haces con un amigo», según Shulman.
2. Hace que generes oxitocina: la oxitocina aumenta la capacidad de empatizar y sentir emociones, además de encender nuestro deseo de relacionarnos. De este modo, podemos disfrutar de un paseo muy placentero acompañado de otra persona con una conversación muy agradable.
3. El cerebro se libera: según Shulman, «cuando estamos ocupados en poner un pie delante del otro, nuestro cerebro es libre de divagar, de resolver problemas, de pensar más profundamente, de tomarse los momentos de quietud para procesar». Según la experta, al incrementarse la creatividad mientras caminas, las conversaciones que tienes también son más creativas.