Que Villa Tulumba pueda ser reconocido como Best Tourism Village 2024 (mejor pueblo turístico) por la Organización Mundial de Turismo (OMT) es una noticia que me toca en lo personal. La iniciativa destaca a pueblos que son ejemplares en turismo rural y que cumplan tres premisas básicas: que cuenten con bienes culturales y naturales reconocidos; que promuevan y preserven los valores, productos y estilos de vida rurales, y que se comprometan con la sostenibilidad económica, social y ambiental. Y puedo dar fe que estas premisas se cumplen desde hace, por lo menos, más de 60 años.

La Calle Real

Explico por qué: cuando llegaba diciembre, ya terminado el ciclo lectivo, pasadas las fiestas de fin de año, Reyes incluidos, una mañana muy temprano estacionaba el viejo Buick de mi abuelo Luis Vilmes en la puerta de mi casa.

Eran ellos, mis abuelos Luis y Rosa, que me venían a buscar para llevarme un mes a veranear a Villa Tulumba, ese pueblo en el que ‘Don Luis’, como lo conocían allí, tenía una casa, cerca de la comisaría en cuyo patio y debajo de un algarrobo, todavía lucía ominosamente presente el cepo con el que encadenaban a los reos. Pero la aventura comenzaba fuera del pueblo, cerca del “cerro” como le dicen los lugareños –un volcán apagado–, en la casa de don Pío Bustos.

El destino caribeño que esta temporada parece consolidarse en la preferencia de los cordobeses

Más de seis décadas después, Villa Tulumba conserva esa fisonomía de pueblo tranquilo, con sus calles arboladas de irregular empedrado, farolas añejas, altos cordones y veredas, y antiguas casonas de adobe de los siglo XVIII y XIX con techos de tejas “musleras”, grandes ventanales e importantes portales, todo un museo a cielo abierto de épocas coloniales.

Nuestra Señora del Rosario

El andar lento de su gente, el saludo obligatorio, el intercambio de una charla ocasional, la presencia de “palenques” para atar caballos y sulkys, hablan de una vida alejada de las urgencias citadinas. Ejemplo de ello son las tertulias a la sombra de los árboles en “las cuatro esquinas”, donde una mayólica, obra del ceramista Fernando Arranz, deja en claro las intenciones de tulumbanos y tulumbanas. En ella se lee: “Tulumba / Lindo nombre, bello el pueblo / Buena gente, fragante el pan / Quien le ame por todo ello / Deje las cosas como están”. Toda una declaración de principios.

Se trata de uno de los pueblos más antiguos de Córdoba, que nos da la sensación de haberse detenido en el tiempo. Sus orígenes no se reconocen en un acta fundacional sino que se trató de antiguas estancias concedidas como merced a los primeros conquistadores españoles, se fue conformando desde 1585 con las tierras de Chipitín, actual San José de la Dormida, concedida al escribano Don Juan Nieto, en los terrenos vecinos a la merced de Don Francisco Blásquez, donde quedaría emplazada finalmente Villa de Tulumba.

Caballos en el empedrado

Fue centro neurálgico de “El Camino Real” que unía localidades, poblaciones, estancias y postas, en las que se producía el intercambio de productos, ganados y servicios, como el correo.

Todo esto no implica que, con el tiempo y las necesidades del modernismo, el pueblo carezca de los servicios aptos para recibir visitantes: alojamientos, bares y restaurantes, internet, actividades de esparcimiento, circuitos turísticos y más.

Precisamente, a la hora de valorar e incluir a Villa Tulumba entre los candidatos a llevarse el galardón del “pueblo más lindo”, la OMT tuvo en cuenta que “integró el turismo en su economía local sin perder su identidad”.

Los productores locales y las estancias de la zona ofrecen experiencias de turismo rural que permiten a los viajeros participar de esas actividades tradicionales, como la elaboración de productos regionales, el pastoreo de ganado bovino y caprino y el conocimiento de sus costumbres ancestrales. Así, se logró generar ingresos adicionales sin alterar esa impronta.

El pueblo tiene una población estable de 2.500 habitantes y es uno de los ocho destinos argentinos que está nominado en el concurso Best Tourism Villages cuyo resultado se conocerá antes de fin de año.

Alojamientos: https://villatulumba.com.ar/alojamiento/

Gastronomía: https://villatulumba.com.ar/gastronomia/

Qué visitar: https://villatulumba.com.ar/que-puedo-visitar/

Cómo llegar: Villa Tulumba es la cabecera del departamento del mismo nombre, en el área Norte de la provincia, a poco más de 130 km de Córdoba Capital. Se accede por ruta nacional 9 Norte, luego se empalma con la ruta provincial 16 que une Dean Funes con San José de la Dormida.