Hay escenas que se marcan a fuego en la mente del espectador y nunca se van del todo. ‘Rambo: primera sangre’ tiene una de esas escenas, y con su llegada a Netflix México a principios de mes, puedes rememorarla siempre que quieras o bien descubrirla por primera vez.
Para los que estén en este segundo caso tienen por descubrir una de las películas de acción más emblemáticas de la historia. Sylvester Stallone es John Rambo, un veterano de la guerra de Vietnam que no consigue encajar en su vida de civil, y quien tras un altercado con la autoridad local de un pequeño pueblo, escalará el conflicto hasta límites insospechados.
Aunque ahora se la trate de clásico indiscutible, su éxito no siempre estuvo claro. Con un modesto presupuesto de 14 millones, las tres películas de ‘Rocky’ y dos nominaciones al Oscar bajo el brazo, Stallone se enfrentó a un tipo de película muy diferente, una cuyo mensaje estaba por encima de la acción explosiva.
Por buenas intenciones que hubiera, Stallone admite haber odiado la primera versión de la película. Con casi tres horas de duración en gran medida dedicadas a «perseguir tipos por el bosque», el actor estaba convencido de que aquel film terminaría con su carrera e hizo todo lo posible por cambiarla, consiguiendo que se reeditara en algo más de 90 minutos habiendo eliminado casi todo su diálogo, cambió también el final, y esta vez Rambo sobrevivía.
El resultado habla por si solo, ‘Rambo’ recaudó 47 millones y fue un gran éxito. Es también un buen ejemplo de saber cuando toca parar. El aplauso inicial se fue desvaneciendo con sucesivas secuelas incluida una última en 2019 de la que se arrepintió incluso el creador del personaje.
Pese a todo, la original se mantiene como un clásico intocable que queda sin duda engrandecido por la presencia de su protagonistas. «Stallone borda un papel muy físico, muy exigente, provoca miedo y pena al mismo tiempo», escribe Adrián Massanet en su crítica para Espinof.