Ana Pizarro

Ana Pizarro

La menopausia es una etapa a la que, antes o después, tendremos que enfrentarnos todas las mujeres. Una etapa que todos conocemos por las caricaturas que se han hecho de ella en la televisión: la caracterizan con un humor de perros y mucho calor. Pero, más allá de todas esas ‘burlas’, la menopausia (y la perimenopausia, que la precede) es una etapa más en la vida fértil de la mujer que supone, precisamente, el fin de ella.

Una etapa que llegará a partir de los 45 años, de media, y en la que los desequilibrios hormonales harán de las suyas dejando síntomas tan característicos como los sofocos nocturnos, los cambios de humor repentinos, el cansancio o la fatiga. En todo ello una hormona juega el papel fundamental: los estrógenos.

La nutricionista experta en menopausia Marta Marcé lo explica a la perfección en su blog: «Los estrógenos son las hormonas que nos cuidan durante nuestra etapa fértil. Cuando van descendiendo a partir de la perimenopausia, nos dan el testigo para que seamos nosotras mismas las encargadas de cuidarnos«.

Qué hace el estrógeno en una mujer

Aunque puedan parecer insignificantes, lo cierto es que estas hormonas tienen un gran poder en nuestro bienestar, en nuestro equilibrio y también en nuestra vida fértil. Como dice la experta, el final de esta etapa, conocida como menopausia, está protagonizada por una bajada abrupta de estrógenos que deja desequilibrios en nosotras, con síntomas tan variopintos como la fatiga, los sofocos, los mareos o los cambios de humor.

Ahora bien, ¿de qué se encargan los estrógenos a lo largo de nuestra vida? Su principal función está en la salud reproductiva aunque, si tenemos en cuenta las palabras de Marta Marcé, estas hormonas también nos ayudan a formar colágeno y elastina en la piel y a tener menos resistencia a la insulina, por ejemplo.

Además, de acuerdo a la web especializada Reproducción Asistida ORG
, los estrógenos ayudan en el fortalecimiento de los huesos, activan la producción del ‘colesterol bueno’, por lo que refuerzan el sistema cardiovascular y, además, son responsables del equilibrio emocional en las mujeres: «Favorecen la llegada de glucosa hacia el cerebro, lo cual estimula el desarrollo neuronal; niveles bajos pueden provocar cambios de humor, insomnio e irritabilidad«, explican los expertos.

Alimentos con estrógenos para la menopausia

Teniendo en cuenta todo lo anterior y también el hecho de que la menopausia está protagonizada por una bajada abrupta de los niveles de estrógeno, es lógico pensar en qué cosas podemos hacer para evitar que esa caída sea tan radical y que, por tanto, no afecte tanto a nuestro día a día. O, en otras palabras, qué podemos hacer para que la caída de estrógenos nos afecte lo menos posible.

Pues bien, la alimentación vuelve a ser aliada en este sentido. La especialista Marta Marcé ha dado una lista de cinco alimentos con estrógenos perfectos para tomar en menopausia.

Uno de los que más concentración tiene, de acuerdo a ella, son las semillas de lino, consideradas ‘
superalimento ‘ por sus propiedades. «Recomiendo tomar dos cucharadas remojadas durante tres horas. Puedes mezclarlas con tu batido o yogur», explica en su post.

Semillas de lino / pexels

Otro en los que pone mucho hincapié es el kuzu, una raíz que, quizás, sea poco conocida en España. «
Tiene contenido en fitoestrógenos, tres diferentes que nos ayudarán a modular la bajada hormonal u que el cuerpo se aclimate más fácilmente al cambio de la menopausia«, explica.

También recomienda tomar legumbres, otro alimento rico en fitoestrógenos. Y, en concreto, la soja, que es el alimento con más concentración en estrógenos. Bueno, la soja y todos sus derivados.

En cuarto lugar habla de una infusión hecha con plantas naturales. En concreto, una infusión a base de salvia y trébol rojo, pues también ayuda a aumentar los fitoestrógenos, según la profesional.

Y, por último, aunque Marcé no habla en particular de ellas, merecen un hueco frutas y verduras como las manzanas, las zanahorias, los boniatos, las cerezas o las granadas, con altas concentraciones de fitoestrógenos.