Lo que trajo y lo que buscó: River y un 2024 en el que apuntó alto en el mercado

Y un día, increíblemente, se terminó el mercado de pases en Argentina para lo que resta de 2024. Con el segundo semestre ya avanzado a este lado del mundo, con la mitad de la Liga disputada y a diez días de los cuartos de final de la Copa Libertadores, en la noche del viernes la bolilla se frenó y alguien cantó que no va más. Para River, fueron dos libros de transferencias agitados entre verano e invierno, por no decir tres, porque en el período actual hubo un doble mercado: uno más largo bajo la órbita de Martín Demichelis y uno más breve, urgente e intenso desde que Marcelo Gallardo asumió el pasado 5 de agosto.

Mercados que, con matices y excepcionalidades como fueron los casos de Felipe Peña Biafore y Franco Carboni, que se sumaron y se fueron en la misma ventana de mitad de año, dejaron algunas conclusiones. La primera es que River apuntó muy alto, tanto en los futbolistas que terminaron llegando como en los que buscó, ya sea por negociaciones que finalmente no resultaron, sondeos o sueños.

“Estamos muy orgullosos por el mercado que hicimos”, dijo hace algunos días el presidente Jorge Brito. La imagen final de dos campeones del mundo como Germán Pezzella y Marcos Acuña, sumados a jugadores de alto perfil y jerarquía como Meza y Bustos dejaron esa sensación en el aire. En todo caso, las últimas contrataciones dieron cuenta de la realidad económica de River, de lo tentadora que es la camiseta y el nivel de competencia del club -playoffs de Copa Libertadores, participación asegurada en la primera edición XL del Mundial de Clubes 2025- y, claro, del poder de seducción que tiene el propio Gallardo, otra vez en su rol de CEO del fútbol, para levantar el teléfono y hacer que las cosas sucedan. Estos nombres, que de movida le aportaron prestancia al equipo, especialmente en materia defensiva, son algunos de los que llegaron, pero van de la mano con el nivel de otros apellidos por los que el CARP se interesó en los dos libros de transferencias del año.

Entre sueños que se disolvieron ante un primer sondeo y gestiones que estuvieron realmente cerca de cerrarse se podría también armar un equipo que no fue y que refleja la ambición de búsqueda que tuvo River pensando en una Copa especial y, también, proyectando el próximo MdC: Guido Herrera; Gonzalo Montiel, Lucas Martínez Quarta, Valentín Gómez; Ocampos, Garro, Lo Celso, Ángel Correa, Luciano Rodríguez; Borré y José Manuel López fueron nombres que estuvieron en el radar entre enero y septiembre.

Herrera estuvo anotado en un listado largo de arqueros que armó el cuerpo técnico de Demichelis en 2023 anticipándose a una búsqueda que terminó en la contratación de Jeremías Ledesma para pelearle el puesto a Armani: desde Córdoba se filtró un sondeo de River que se desactivó inmediatamente cuando se hizo el sorteo de octavos de final de la CL que puso a Talleres en el camino.

La vuelta de Montiel es un viejo anhelo del club: la inestabilidad de Cachete en Europa (no terminó de hacer pie en Sevilla y fue cedido al Nottingham Forest, que no hizo uso de la opción de compra en este ejercicio) hizo que desde Núñez más de una vez se hiciera una consulta informal para dejarle en claro al lateral campeón del mundo que tiene las puertas abiertas para volver, en un puesto que fue problemático en el último tiempo y que hoy parece empezar a resolverse con la competencia Bustos-Sant’Anna, otros refuerzos de este 2024.

Por Martínez Quarta hubo un intento en el verano: el Chino no tenía los minutos que quería en la Fiorentina y en una visita al Monumental le propusieron un regreso a préstamo que entusiasmó al defensor, pero desde el club Viola le dijeron que no lo cederían. Hoy la situación es otra: MQ es una fija en el 11, uno de los mejores centrales del último semestre en la Serie A y volvió a ser de Selección.

El caso de Valentín Gómez, claro, es muy distinto: el chico de Vélez era una obsesión para Demichelis y estuvo a una revisión médica de ponerse la Banda después de un complejo acuerdo tripartito con el Fortín y el City Group. Los estudios que se hizo en Italia detectaron una vieja lesión del pibe en el menisco de su rodilla izquierda y todo dio marcha atrás cuando el propio MD había adelantado su contratación públicamente.

De mitad hacia adelante los nombres en danza fueron muchos. Algunos se cayeron antes de llegar a transformarse en gestión, pero así como River llamó a Acuña y hubo luz verde, desde el club sondearon a otros futbolistas que fueron parte del último ciclo de la Selección como Ocampos, Lo Celso y Ángel Correa. Ocampos, que terminó en Rayados, fue una vieja consulta que dejó una espinita en las oficinas del Monumental, en palabras del propio Brito que blanqueó que le hubiera gustado que su agente le hiciera saber que LO estaba abierto a salir de Europa como finalmente hizo. Lo Celso (volvió al Betis) y Correa (sigue en el Aleti) fueron sueños que se desvanecieron ante un primer acercamiento.

Rodrigo Garro fue otro de los buscados. Al ex Talleres le había costado adaptarse a San Pablo con su mujer el semestre pasado y River le parecía una buena opción, pero desde la llegada de Ramón Díaz al Corinthians eso cambió: el riojano cobijó a su 10, que firmó una mejora de contrato en el club. Así, River no pudo seguir en negociaciones: el Timao se plantó y pedía u$s 15.000.000 por la ficha de RG.

No mucho menos era lo que quería el Liverpool uruguayo por el 70% del pase de Luciano Rodríguez: el charrúa fue epicentro de una novela de mercado en la que el CARP lo buscó tanto en verano como en invierno, al punto de ofrecer cerca de u$s 12M. Después de un par de idas y vueltas, el City Group se terminó llevando a la joya para cederlo al Bahía, uno de los clubes de su cartera.

El otro delantero por el que River negoció muy fuerte en enero fue Rafael Santos Borré: con todo arreglado en los números de la ficha con el Eintracht Frankfurt y también con el Werder Bremen en concepto de interrupción de su préstamo, finalmente el colombiano optó por pasar a Inter de Porto Alegre, que le ofrecía un mejor contrato. Más allá de que la decisión de RSB no cayó del todo bien en el club, no sería raro que en el corto o mediano plazo las líneas vuelvan a conectarse, especialmente teniendo en cuenta la asunción de un Gallardo con quien Borré está especialmente agradecido y que lo transformó en el goleador del primer ciclo.

Caída la chance de Borré, el CARP buscó a José López en enero, otro viejo anhelo incluso del Muñeco: Palmeiras, con Endrick ya vendido al Real Madrid, no lo consideró negociable más allá de que al correntino de 23 años le gustaba la posibilidad.

Sí, apunta alto.

Los que llegaron en el mercado de verano. Nicolás Fonseca: u$s 2,2 millones de dólares por el 60% de su pase, contrato por cuatro años. Último paso por Montevideo Wanderers. Rodrigo Villagra: u$s 8 millones, la cesión de un 15% del pase de Girotti y del 10% del de Vigo y una plusvalía en una futura venta, firmó hasta diciembre de 2027. Su último club fue Talleres. Agustín Sant´Anna: River le compró la totalidad de su pase a Defensa y Justicia por u$s 3 millones.

Los que llegaron en el último mercado de invierno. Federico Gattoni: a préstamo desde Sevilla de España hasta 2025. Jeremías Ledesma: compra a Cádiz por € 2.600.000, más 500 mil por objetivos en la Copa Libertadores y el Mundial de Clubes 2025. Contrato por cuatro años y medio. Adam Bareiro compra a San Lorenzo por u$s 4.500.000 netos, a abonar en dos cuotas (2,5 millones cash y el resto en un pago). Germán Pezzella: compra al Betis al valor de la cláusula -4,5 millones de euros- y firmó contrato hasta diciembre de 2027. Fabricio Bustos: compra a Inter de Porto Alegre por 5.4M de dólares y firma contrato hasta diciembre de 2027. Maximiliano Meza: compra a Monterrey de México por 2M de dólares y firma hasta diciembre de 2026. Marcos Acuña: compra a Sevilla de España por 1.000.000 (más otro monto en bonus) y firmó hasta diciembre de 2027.