En tiempos donde los ingresos tienen menos poder adquisitivo, se hace más difícil conservar el hábito de ahorro. Sin embargo, para la licenciada Lucía Aguilar, conocida como @lulinvierte y autora del libro “Sin miedo al dinero” (Planeta), aun en esta época las personas pueden ahorrar.

“Creo que como todo en la vida requiere un cierto sacrificio y constancia y como dice Warren Buffett, pero aplicado a tu día a día, necesitas saber que tenés que ahorrar. Es obligatorio ahorrar, afirmó Aguilar a PERFIL.

“Así como sabemos que debemos hacer algún tipo de actividad física para tener una vida saludable, lo mismo pasa con ahorrar e invertir”, añadió.

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Según la licenciada, una persona que tiene una tarjeta de crédito “tiene que ahorrar obligatoriamente. Es una responsabilidad enorme poder manejar un crédito que tiene un límite más alto que tu salario, cuotas, y un montón de conocimientos financieros, sin ningún tipo de educación”.

Según la escritora, personas que están por encima de la indigencia pueden tener capacidad de ahorro. “Tengo muchas seguidoras que son empleadas domésticas que me dicen que gracias a los cursos pueden ahorrar y contar con un fondo de emergencia en el caso de que se quede sin trabajo».

“La gente de menores recursos está ahorrando incluso más que la gente de clase media y media alta”, sentenció. «La gente me dice, no puedo ahorrar, no llego a fin de mes y yo digo está bien, pero al mismo tiempo los restaurantes siguen llenos», observó.

10 tips básicos para generar ahorros

A continunación, los consejos incluidos en el libro “Sin miedo al dinero”:

  • Ahorrar, como mínimo, el 10% de los ingresos. Esto va a generar el orden y el hábito de ahorro.
  • Para cualquier compra mayor al 5% de tus ingresos, esperar por lo menos 15 días. Esto es para evaluar si realmente lo podés pagar, o ver cómo lo vas a financiar si lo necesitás financiar. Es decir ponerlo en el presupuesto, entender si realmente lo necesitás, y si es así, buscar precios para hacer una compra racional y no una compra impulsiva.
  • Evitar usar la tarjeta de crédito, porque así se adquiere deuda que se tiene que pagar. Si sos un cash flow master y sabés exactamente cuánto estás gastando, podés usarla, por ejemplo, por las millas que acumulás y otros beneficios que tiene. Ahora, si al final del mes no sabés cuánto debías y todo tu sueldo lo tenés que aplicar ahí, y después al mes siguiente volver a gastar todo en tarjeta, te estás metiendo en un problema muy importante. La tarjeta de crédito se puede reservar para pagar costos fijos como, por ejemplo, los servicios -que son montos similares mes a mes- y para compras grandes. Ojo con las cuotas, así sean sin interés, ya que también es adquirir deuda a largo plazo.

tarjeta de credito

  • Evitar los gastos hormiga. Son estos minigastos (cafecitos, taxis, compras de kiosco, etc.) que no nos damos cuenta de que al final del mes y del año terminan acumulando mucha plata, que incluso puede superar ese 10 % de ahorro del primer tip. Si no está presupuestado, no se gasta ese mes.
  • Tener siempre presente el concepto de activo y pasivo financiero. Activo es todo bien que genera ingresos, pasivo es todo bien que nos saca dinero.
  • No caer en el engaño de las ofertas. Las ofertas están hechas por los profesionales de marketing que quieren vender más. Solo las deberíamos usar si es algo que realmente necesitamos. Si necesitamos algo en particular, buscamos la oferta, pero no hay que dejarse tentar por cualquier oferta «porque está barato y ahorro». No es así: se gasta, no se ahorra. Solamente se ahorra si es algo que se necesitaba comprar y se compró más barato.
  • Evitar pagar el mínimo de la tarjeta de crédito. En todos los países del mundo, la tasa de la tarjeta de crédito es de las más abusivas y usureras. Hay muchos países donde un crédito personal tiene mejor tasa que la tasa de la tarjeta de crédito cuando uno paga el mínimo. Entonces, a veces conviene sacar un crédito personal para cancelar la tarjeta y de paso, ¡cortarla!
  • Un estudio de Adecco reveló que el 66% de los trabajadores destina la mayor parte de sus salarios a gastos de supermercado.

  • Hacer una lista de compras antes de ir al supermercado. Planear la comida de la semana, ver qué se necesita comprar y respetar esa lista. En el supermercado es muy común tentarse con diferentes ofertas y productos. En todo caso, se pueden poner las «tentaciones» en el presupuesto para poder respetarlo y no gastar más de la cuenta.
  • Si trabajás fuera de tu casa, llevar vianda con la comida casera. Cuando cocinás para la noche, podés preparar el doble de porciones, o los domingos cocinar en gran cantidad para tener todos los almuerzos listos. Vas a ahorrar mucho dinero y además vas a comer mucho más saludable.
  • No compres para aparentar. Muchas veces nos dejamos llevar por la moda, para encajar con los amigos, los compañeros de trabajo o la sociedad, y no nos damos cuenta de que eso que compramos no nos hace felices o no es necesario realmente, y además atenta contra nuestra salud financiera.

LM CP