Al igual que ocurre con los geranios, las hortensias son unas de las plantas con flor más bonitas y llamativas que encontramos durante la temporada de primavera y verano gracias a su gran tamaño y sus exuberantes y variados colores. También se trata de una de las variedades florales que más significado guardan, ya que son símbolo de gratitud y gracia, de belleza y, también, de abundancia.
Procedentes de Asia y de América del Sur, su nombre, hortensia o hydrangea «proviene de ‘hidro’ (agua) y ‘angeion’ (vaso), porque su forma recuerda a un antiguo envase para portar agua», cuentan desde la tienda especializada Bourguignon Floristas.
Con flores que pueden tener un diámetro de hasta 25 centímetros, las hortensias son una de las plantas más decorativas gracias a su tamaño voluminoso y sus variados e intensos colores. También una de las más resistentes y duraderas si les damos los cuidados necesarios.
Dónde colocar tus hortensias: orientación y luz
Pero, ¿las hortensias son flores de exterior o de interior? La teoría del Feng Shui asegura que son plantas que roban la energía, por lo que sería más recomendable cultivarlas fuera de casa, pero la realidad es que las vemos muy a menudo en grandes maceteros como variedades de interior. Y, de momento, todos seguimos bien…
Lo cierto es que, ya sea en el jardín, en la terraza o en un porche, las hortensias necesitan unos cuidados muy precisos para florecer y mantenerse en todo su esplendor durante los meses cálidos de la primavera y el verano, pudiendo llegar con flor incluso hasta el mes de octubre.
El primer primero de ellos pasa por dónde y cómo plantarlas. Siempre es mejor al aire libre, ya que las hortensias necesitan luz natural indirecta para no amarillear, pero los rayos no les pueden dar de forma directa: lo mejor es que les dé algo de sol a primera hora de la mañana y gocen de sombra por la tarde. Solo en el norte y con climas frescos aguantan el sol directo.
Cuánto regar tus hortensias y cuándo abonarlas
Las hortensias también precisan de mucho espacio para crecer, por lo que si no es directamente en el suelo, deberás optar por un macetero lo suficientemente grande. Además, los expertos de Interflora recomiendan «abonar dos veces al mes si queremos disfrutar de una bonita floración. En cuanto al riego, recomendamos mucha agua y mantener húmedo el sustrato sin encharcarlo».
La abundante cantidad de agua que les aportemos es clave, sobre todo en verano. Lo mejor es regar la tierra a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde para que se absorba bien desde las raíces, pero sin encharcar el sustrato, de manera que es importante que este tenga un buen drenaje. Además, es bueno humidificar de vez en cuando las hojas (sin mojar las flores) para que no se sequen.
Por último, cuando la planta esté en flor, es recomendable añadir al agua de riego abono líquido para hortensias y aplicarlo, más o menos, cada diez días. Además, tal y como recuerdan desde Interflora, el pH y la acidez de la tierra donde estén plantadas influirán en el color de la hortensia: «con un suelo ácido conseguiremos hortensias azules; con una acidez más moderada, las hortensias podrán ser moradas, malvas o rojo magenta y en suelos alcalinos es más probable obtener flores rosas o blancas».
