Marta Moreno

Por internet circulan diferentes tips y trucos que prometen ayudarnos a mejorar nuestro bienestar y la salud nutricional. Pero, ¿debemos fiarnos de todos? No del todo. Aunque provengan de profesionales de la nutrición, es cierto que cada organismo es un mundo totalmente diferente y que, antes de empezar a adoptarlos en nuestra vida, consultemos nuestro caso personal con algún profesional que nos dé el visto bueno (o no) a eso que queramos hacer.

Precisamente, ese fue mi caso después de ver en internet algunos tips para reducir la inflamación. Ya sabemos que hacerlo no siempre es sencillo y que es de vital importancia rodearse de los mejores profesionales, a fin de que nos hagan un estudio personalizado.

No obstante, muchos de esos profesionales comparten a diario en redes sociales trucos y tips avalados por la ciencia para ayudarnos a mejorar en muchos aspectos de nuestro día a día. Y, por supuesto,
reducir la inflamación no podía quedarse fuera de esta lista.

Buceando por las redes sociales me topé con el perfil de Instagram de Magdalena Nędza, una dietista experta en salud digestiva y metabólica que vive en Marbella y que, a diario, comparte su conocimiento con sus seguidores. En uno de sus vídeos aportaba tres tips sencillos para reducir la inflamación y yo, que empecé a seguir uno de ellos, he notado que me inflamo menos en el día a día.

No cenar verduras crudas: el hábito que me ha ayudado con la inflamación

La profesional de la nutrición argumenta, entre otros, que
tomar verduras crudas a la hora de la cena puede hacer que nos sintamos más inflamados durante la noche y durante las siguientes horas. Y no basa esto en su opinión, si no en diferentes estudios científicos que han corroborado que esto es así.

¿Por qué he dejado de cenar verduras crudas? Aunque me apoyé en la opinión de Magda, después seguí investigando acerca de validez de esta afirmación. Las verduras crudas tienen un alto contenido en vitaminas y en fibra; esta puede hacer que las digestiones sean más pesadas en algunas personas (como yo) si las tomamos poco antes de ir a dormir; esto, a su vez, puede provocar hinchazón y gases durante la noche y, por ende, ralentizar la digestión.

Tomar una ensalada por la noche es una cena a la que muchos recurren como opción saludable. Pero, tal y como afirma esta y otros profesionales, s
ería mejor optar por verduras cocinadas al vapor o al horno. No es algo que solo afecte a la lechuga o los brotes tiernos, si no que puede afectar a otras verduras como
las espinacas o el brócoli.

Y es que, además de inflamarnos, pueden provocar gases y digestiones más pesadas que si los cocinamos de forma sana.

Otros trucos para reducir la inflamación

Además de este hábito que yo ya he puesto en marcha, la dietista Magdalena Nędza aporta otros en el mismo post que, de acuerdo a ella, también son antiiflamatorios:

Cenar temprano y hacer ayuno nocturno de 12 horas todos los días

No tomar agua durante las comidas (aunque la ciencia ya ha desmentido esto)