Marta Moreno

Los suplementos alimenticios llegaron a nuestra vida no hace mucho tiempo. Son conocidos, sobre todo, en el mundo del deporte, aunque es cierto que algunos han demostrado beneficios en todos los grupos de edad. Aunque aún hay cierta controversia acerca de su eficacia, son cada vez más los expertos que recomiendan algunos para determinados colectivos y otros para toda la población en general (de hecho, también la ciencia se ha encargado de avalar los beneficios de algunos de ellos).

Muchos son conocidos por todos: el magnesio, el zinc, la vitamina D,… Otros, sin embargo, nos suenan más lejanos, aunque también pueden ser importantes.

Sobre ellos habló en el podcast The Wild Project
la endocrina Isabel Viñas quien también se dedica a difundir contenido en redes sociales. Aunque guardan siempre la cautela y recordando que es necesario hacer estudios personalizados para saber qué suplementos necesita cada persona por sus necesidades, ella misma habló de cinco que, de acuerdo a su experiencia, deberían estar presentes en la dieta de casi todo el mundo porque casi todos tenemos un déficit de ellos (y, además, lo hizo aportando motivos por los que estaba segura de su discurso). «Estoy de acuerdo con la suplementación con rigor y calidad», decía.

Vitamina B12: el suplemento que todos deberíamos tomar

Cuando hablamos
de vitamina B12, todos pensamos en la vitamina que les falta a las personas que llevan una dieta vegetariana o vegana, pero no nos paramos a pensar en que también puede faltarnos si tomamos carne y pescado habitualmente. Al menos, es lo que afirma rotundamente la doctora Isabel Viñas: «incluso si tomas carne o pescado, ante la duda de si la tienes baja, yo me la tomaría porque no hay un máximo saludable; lo que sobra, el organismo lo elimina por la orina».

Argumenta sus palabras en que la vitamina B12 solo se puede extraer del pienso que dan a los animales y a los pescados, pues no es una vitamina presente en vegetales y tampoco en carnes blancas. «la vitamina B12 es una vitamina que se produce por las bacterias que fermentan la tierra de cultivo, pero como ya los animales no toman el pienso de la tierra, hay que suplementarlos y después, suplementarte tú».

Además, explica que los marcadores de B12 que se extraen en los análisis rutinarios no son definitivos para comprobar si la tenemos o no en niveles normales: «la vitamina B12 que se encuentra en sangre se correlaciona muy poco con la que hay en las células, que es la que importa; para saber esto hay que medir unos marcadores muy específicos«, explica la profesional.

El magnesio: el suplemento esencial para personas en menopausia y para todo el mundo

El magnesio es, posiblemente, uno de los suplementos más conocidos por todos. Es lógico: nos ayuda a dormir mejor y a relajarnos. ¿Por qué? Pues porque ayuda a las células a producir gaba, que es un neurotransmior relajante y melatonina y serotonina (las hormonas de la relajación y del sueño). «Además, se necesita para una correcta relajación muscular, por lo que es genial para deportistas», dice.

La doctora Viñas recomienda
tomar un magnesio que lleve también algún aminoácido como la glicina, el ácido málico o el lactato para que no nos produzca contratiempos intestinales como la diarrea.

¿Por qué ahora necesitamos suplemento de magnesio y antes no? Para ello también tiene respuesta la endocrina: «Hasta hace 30 o 40 años la fuente principal de magnesio era el agua, pero actualmente hay una desmineralización de las aguas y los niveles de magnesio que podemos encontrar en alimentos es muy bajo», dice.

Vitamina D: Suplemento, pero con cautela

El magnesio también sirve para absorber correctamente la vitamina D, otro de los suplementos que necesita, de acuerdo a esta profesional, alrededor del 70% de la población joven. Y es que, la principal fuente de vitamina D es el sol y ahora lo absorbemos peor que antes por culpa de la contaminación. «Hemos perdido mucho sol, aunque creamos que no», dice la doctora Viñas.

Aunque el magnesio lo recomienda para toda la población, es cierto que recomienda ir con cautela con la vitamina D. Solo es necesario en caso de que la tengamos baja y esto se puede saber por medio de una analítica de sangre. El exceso de vitamina D en el organismo puede ser perjudicial.

Otros suplementos que todos podemos añadir a nuestra alimentación

Aparte de los tres comentados, la doctora nombra otros dos suplementos que son perfectos, sean cuales sean tus circunstancias.

El Omega3, presente en pescados azules. «Últimamente hemos visto grandes concentraciones de mercurio y otros tóxicos en los pescados azules que consumismo habitualmente y que son la principal fuente de Omega3; por lo que, en ocasiones, por tomar esa ración de este suplemento, también ingerimos tóxicos que no nos hacen ningún bien», explica. Por ello, recomienda un suplemento, sobre todo en edades más vulnerables, como la infancia, el embarazo o las personas mayores. «Eso sí, recomiendo escoger uno que esté en envase totalmente opaco porque tiene a oxidarse mucho y si está en un envase transparente, al entrar aire y luz, se oxida antes».

La Coenzima Q10: «Es una pseudovitamina que se encuentra en las células musculares y que permite que respiren», dice la doctora. Aunque se encuentra en la carne y el pescado, al haber disminuido la ingesta, son muchas las personas que tienen déficit de ella, por lo que tomar un suplemento ayudará a que las células respiren mejor y, a nivel muscular, a que, por ejemplo, el corazón se contraiga mucho mejor

Es cierto que en el programa la doctora habla siempre con cautela y siendo consciente de que cada persona tiene unas necesidades específicas. Pero es clara en algo: «
Si tú conoces qué cambios se han producido en tu alimentación o en tu estilo de vida y en el medioambiente que pueden predisponerte a sufrir ciertas enfermedades, y lo decides, puedes ponerte manos a la obra y empezar a actuar en consecuencia, pero si no conoces eso no podrás hacer nada«.