Marta Moreno

En los últimos tiempos parece que las personas amantes de una dieta saludable y variada tienen ‘miedo’
al pan blanco. Tanto es así que son muchos los que lo han dejado de comprar, sustituyéndolo por panes hechos con otro tipo de harinas menos refinadas o, incluso, integrales.

Lo cierto es que el pan blanco, presente en nuestra alimentación desde tiempos muy lejanos, es u
na excelente fuente de fibra y energía. Pero, sin embargo, son muchos los nutricionistas (e, incluso, los estudios científicos) que afirman que contienen más azúcar que otros panes que podemos encontrar en tiendas especializadas o, incluso, en el supermercado.

El pan de centeno, el de trigo sarraceno o los de semillas serían, en este sentido, opciones menos pesadas y más saludables que el pan blanco tradicional.

Esto se vuelve aún más estricto si hablamos de
pan de molde blanco, el que normalmente usamos para tomar las tostadas del desayuno. Se considera (y atendemos a las explicaciones de Estefanía Ramo, nutricionista del Instituto Europeo de la Obesidad) que lleva ingredientes como el azúcar o aceites refinados, siendo más procesados que otros panes. «Debemos evitar su consumo, ya que son más procesados y contienen grasas añadidas en su composición, que suelen ser grasas trans, y conservantes artificiales», argumenta en Cuidate Plus.

Algo que tiene que ver, sobre todo, con
la harina refinada que lleva entre sus ingredientes. De acuerdo a un estudio científico publicado en la revista Nature, la alta ingesta se relaciona con mayor riesgo de sufrir enfermedades crónicas.

Sin embargo, ¿qué pensarías si te dijéramos que existe un truco perfecto para rebajar el índice glucémico del pan blanco y, así, hacer más saludable su consumo?

El truco de TikTok para hacer sano al pan blanco

No es algo que nos hayamos inventado nosotros: se trata de un método de procesado y cocinado compartido por el doctor Karan Raj en su cuenta de TikTok. Un vídeo que ya es viral (lleva más de 59 mil likes) en el que explica cómo podemos cocinarlo para transformar el almidón que contiene en uno de procesado más lento.

«Si tomas una rebanada de pan blanco y la tuestas, terminarás bajando el índice glucémico del pan», asegura el doctor. «Esto significa que se descompone más lentamente, provocando un aumento más gradual de los niveles de azúcar en la sangre». Este truco, de acuerdo a las respuesta que da el profesional en algunos comentarios, harían de él un posible alimento apto para algunas personas diabéticas.

Pero, además, el doctor Raj va un paso más allá: «Si tomas una rebanada de pan blanco, la congelas, la descongelas y la tuestas, estarás reduciendo el índice glucémico del pan a la mitad», explica. Argumenta sus palabras en que este proceso transforma el almidón en un almidón ‘retrógrado’, más resistente, que es beneficioso para la salud intestinal porque actúa como si fuera fibra.

Aunque pueda parecer un truco para ganar seguidores, lo cierto es que las palabras del doctor están basadas en la ciencia. De acuerdo a un estudio científico publicado por la National Library of Medicine, efectivamente, el pan tostado tiene un índice glucémico más bajo que el pan al natural. Y ese índice disminuye aún más si el pan se congela, se descongela y después se tuesta.

Eso sí, llegaron al a conclusión de que sus beneficios no se ven alterados con este método de congelado: no disminuye ni en hidratos de carbono ni en calorías. La única ventaja que presenta es la del azúcar, haciéndolo una buena opción para personas diabéticas.

Además, hay que
tener cuidado con tostarlo más de la cuenta, pues el resultado de comerse una tostada quemada es ingerir acrilamida, una sustancia que aparece cuando un alimento rico en almidón se cocina a altas temperaturas. Esta sustancia, deacuerdo a la ciencia, puede llegar a ser cancerígena.