Marta Moreno

Son muchos los alimentos que se han puesto de moda en los últimos años. Algunos están considerados superalimentos por la gran cantidad que beneficios que se asocian a su consumo y por los pocos efectos secundarios de su ingesta. Y, aunque la ciencia todavía no avala como correcto este término, lo cierto es que
sus ventajas sí que son comparables a lo que se espera de ellos.

Es el caso del açaí, un fruto originario de la región amazónica de Sudamérica (sobre todo de Brasil) que, aunque ya se utilizaba en la alimentación de las comunidades indígenas hace cientos de años, fue no hace mucho tiempo que llegó a nuestras vidas. Sobre todo, a una considerada dieta saludable y la expansión de los ‘superalimentos’ y lo hizo en forma de recetas que hasta hace poco no conocíamos y que, sin embargo, son muy fáciles de preparar en casa.

El açaí, en apariencia, no dicta mucho de un arándano o una uva, pero lo cierto es que sus propiedades, su sabor y su forma de preparación son muy diferentes.

Reduce el colesterol, mejora el corazón y nuestro sistema inmune: los beneficios del açaí

La fama que tiene el açaí en España desde la década de 2010 está bien justificada si tenemos en cuenta todos los beneficios que su consumo reporta en nuestra salud. Esta fruta es conocida por ser una fuente rica en antioxidantes, especialmente en antocianinas (que son las que le dan su color característico). Pero, además, es una fuente de ácidos grasos esenciales, fibras, vitaminas y minerales.

De todo lo bueno que nos da, podemos destacar su papel en
la reducción del colesterol. Es algo que afirma, entre otros, el Centro Nacional de la Salud Complementaria e Integrativa de Estados Unidos (NCCIH). Aunque dicen que todavía existen pocos estudios científicos que respalden todos sus beneficios, sí que hablan de una investigación preliminar que ayuda en este sentido: «Un estudio preliminar sugirió que comer pulpa de fruta de açaí podría reducir los niveles de azúcar y colesterol en la sangre en personas con sobrepeso», explican.

Además, también es muy conocido por su capacidad para retardar el envejecimiento. En una investigación llevada a cabo por Stephen Talcott, de la Universidad de Florida, se llegó a la conclusión que el extracto de bayas de açaí reduce la células cancerígenas del cuerpo y sus antioxidantes ayudan a mantenernos más jóvenes. De hecho, su alto contenido en antioxidantes es lo que le da, entre otros, ese color morado tan característico.

Estos no son los únicos beneficios de comer açaí: también está demostrado que ayuda a mejorar le deseo sexual, aumenta la energía diaria y mejora la salud cardiovascular.

¿Cómo preparar correctamente el açaí?

Todo el que decide adentrarse en el consumo de açaí en algún momento se hace la pregunta de cómo cocinarlo correctamente. Pues bien, de este fruto se consume su pulpa congelada en forma de batidos, zumos o complemento alimenticio.

Eso sí, deberemos tener cuidado con consumir la pulpa en zumos o batidos sin procesar pues, de acuerdo al NCCIH se ha asociado con una enfermedad llamada tripanosomiasis americana o enfermedad de Chagas.

En el mercado podemos encontrar la pulpa ya congelada o molida, como si fuera una harina, y, normalmente, se prepara en bowls (algo que ahora se ha puesto muy de moda). Para prepararlo, habremos de mezclar un poco de esa pulpa con leche y alguna fruta congelada (que es lo que le dará el toque de smoothie). Habremos de batirlo bien para conseguir una especie de batido.

Esto es lo que se coloca como base de bowl. Después quedará completarlo con algún fruto seco o alguna semilla (de lino o de chía previamente activadas, por ejemplo), algo de fruta, como arándanos, plátanos o fresas, y algún fruto seco o crema de fruto seco 100% natural.