Marta Moreno

Se incluye dentro de los (mal) llamados ‘superalimentos’ porque se le atribuyen diferentes nutrientes que han conseguido que gane mucha popularidad en los últimos años. Pero,
la quinoa es mucho más que un alimento de moda. Este grano es tan saludable que hace muchos años, el pueblo Inca, en América del Sur, lo consideraba alimento sagrado.

Y nosotros damos fe de sus propiedades: la ciencia se ha encargado de demostrar a lo largo de los años que
la quinoa es una opción muy saludable, rica en diferentes nutrientes y, además, una buena manera de que las personas intolerantes al gluten puedan comer algo parecido al cereal con total seguridad.

Son tantos las ventajas que reporta a la salud que hay expertos que ya han señalado todo de lo que podemos beneficiarnos si tomamos una cantidad exacta de este grano día tras día. Y decimos una cantidad exacta porque lo cierto es que en exceso nada es bueno y, como con cualquier otra comida, también hay que guardar precaución con ella.

Quinoa diaria: fuente de fósforo y potasio

«Supera en valor biológico a los tradicionales granos de cereales», argumenta la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) en su página web. «Representa un alimento nutricionalmente bien balanceado con múltiples propiedades funcionales relevantes para la reducción de factores de riesgo de enfermedades crónicas atribuibles a su actividad anti-oxidante, antiinflamatoria, inmunomodulatoria y anti-carcinogénica, entre otras«, continúan.

De acuerdo al
Departamento de Agricultura y Servicio de Investigación Agrícola de Estados Unidos, la quinoa contiene un 64% de hidratos de carbono, un 14,12% de proteínas, un 6,07% de lípidos y un 7% de fibra.

Además, de acuerdo a ellos, es una fuente impresionante de hierro, magnesio y, sobre todo, de fósforo, potasio y magnaneso.

El consumo de quinoa se ha relacionado con un mejor funcionamiento del páncreas y también con todos los beneficios que supone la ingesta de fibra: nos ayuda a sentir más saciados y, por ende, a tener menos hambre entre horas y también a regular y mejorar nuestras digestiones. Y también es buena para el colesterol: de acuerdo con los resultados de este estudio científico, la quinoa ayuda a bajar el llamado ‘colesterol bueno’ y los triglicéridos. «
La quinoa es una proteína completa, lo que significa que contiene los nueve aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo no puede producir por sí solo«, afirma Harvard.

Eso sí, teniendo en cuenta las indicaciones de la FAO, la cantidad recomendada de ingesta de quinoa diaria es hasta dos cucharadas o 60 gramos al día.

Aunque, como acabamos de ver, comer quinoa diariamente es seguro y puede ayudarnos a mejorar diferentes balances de nuestra salud, lo cierto es que debe formar parte de una dieta rica, sana y equilibrada, y no basarla toda en este grano. Sería bueno incorporar frutas, verduras, vegetales y otras fuentes de proteínas y grasas saludables para completar nuestro bienestar nutricional.

¿Cómo preparar quinoa correctamente?

Por su apariencia puede parecer algo difícil de cocinar pero lo cierto es que la preparación de la quinoa te llevará el mismo tiempo que cocer un poco de pasta o de arroz.

Antes de pasarla al fuego, deberás escurrirla bien para que elimine toda la saponina, una sustancia natural que ingerida en grandes cantidades podría ser tóxica.

Después, escurre bien y ten en cuenta esta medida: dos vasos de agua por cada vaso de quinoa. Si ves que no queda bien cubierta, añade un poquito más de agua. Cuando haya llegado a la ebullición, baja el fuego al mínimo y cocina durante unos 15 minutos más sin destapar y, cuando lo hayas apagado, espera 10 minutos para abrir la tapadera.