Sara Flamenco

El
ejercicio físico no sólo es vital para conseguir una salud óptima, sino que también te ayuda a ser feliz al incrementar la producción de hormonas como la dopamina, la serotonina y las endorfinas. Pero si no tienes tiempo para una buena sesión de pesas, siempre podrás sacar
3 minutos al día, ¿verdad? Esto es todo lo que necesitas para mejorar el funcionamiento de tu cerebro y ser más feliz.

Según una investigación de la Universidad de Tsukuba, bailar durante 3 minutos con una intensidad ligera te proporcionará sensación de felicidad y te hará más inteligente. Eso sí, tiene que gustarte la música y es vital que disfrutes de este momento ya que, según este estudio, quienes no lo hacen no obtienen los mismos resultados.

Esto se debe a que la excitación y el arrastre audiomotor son claves para que se originen las respuestas cerebrales que mejoran habilidades cognitivas y especialmente, la función ejecutiva. Por eso, los participantes del estudio que no disfrutaron con el baile no tuvieron puntuaciones más altas después de realizarlo que antes.

Estos estudios señalan que la función ejecutiva del cerebro y la actividad de la corteza prefrontal se ven beneficiadas por bailar al ritmo de la música durante sólo tres minutos y a una intensidad muy ligera, la equivalente a realizar un paseo suave.

Además de incrementar la inteligencia, bailar también te hace más feliz. / Foto de Edgar Martínez en Pexels.

Así pues, bailar es una de las mejores cosas que puedes incluir en tu rutina diaria para ser más inteligente pero también para ser más feliz. ¿Por qué? Porque también ayuda a tener
emociones más positivas, nos relaja, reduce el estrés, y también la depresión. Por no hablar que es una actividad aeróbica que se puede hacer a cualquier edad y nos ayuda a vivir más.

Las mejor música para concentrarte, según Harvard

Pero la música no sólo te hará más inteligente y feliz, sino que también puede ayudarte a concentrarte. Y no, no estamos hablando de Beethoven, Mozart o Bach, o al menos así lo afirma el psiquiatra e investigador del cerebro de la Universidad de Harvard Srini Pillay.

En un estudio realizado en el año 2018, el profesional descubrió que la música que nos suena familiar nos conecta con nuestras emociones, por lo que nos ayudará a pensar con claridad: «Cuando necesito concentrarme, la música familiar me ayuda tanto a aliviar el estrés como a conectar con las emociones que necesito para estar plenamente presente», aseguró el neurocientífico.

Lo primero que recomienda el músico y neurocientífico es elegir aquellas canciones que
sepas de memoria, y pensar en una específica para cada emoción. Y se puso a sí mismo como ejemplo: «Si estoy enfadado por algo y necesito soltarme, podría escuchar Lose Yourself, de Eminem. En cambio, si he estado reprimiendo la tristeza por una pérdida y no me queda energía para concentrarme, escucho Adagio in G Minor de Albinoni».

El experto también hizo referencia a otro grupo de investigadores que descubrieron que el tipo de música que más influye en el aprendizaje es la música que va de lo suave a lo rápido de forma fluida, del estilo de canciones como I’m Yours, de Jason Mraz o Love on Top, de Beyoncé. Y a su vez, que la
música instrumental también puede ser menos disruptiva que la música con letra.