Pocas cosas recuerdo con un ascenso y caída (o, al menos, decadencia) tan drástico como la competición que prometía revolucionar el entretenimiento televisivo (o, bueno, en streaming): La Kings League. La liga deportiva promovida por Gerard Piqué, Ibai y compañía acaba de arrancar su Split 3, el primero de 2024, y parece que la competición va confirmando su tendencia a la baja en cuanto a audiencia.
Según apuntan perfiles especializados en métricas de Twitch como TVTOP, la primera jornada habría acumulado una media de 192 mil espectadores, contando todas las plataformas, consolidando una tendencia que lleva teniendo la franquicia de competiciones de «fútbol real» desde hace meses.
Es verdad que estamos ante los datos de una jornada 1, que no suelen ser precisamente las más vistas, pero da una idea de que estamos ante una deflación del «hype» por la liga deportiva. Solo hay que ver que en su primer split hubo picos que rondaron los dos millones de espectadores y la media del campeonato se situó en torno al medio millón (con jornadas que promediaban 800 mil personas).
Deshinchándose a cámara lenta
Sin embargo, desde esos primeros splits que miraban cara a cara a la televisión (por lo menos estaban bien por encima de la TDT y algunos canales como La 2), la Kings League no ha ido sino decayendo poco a poco en audiencia. Un ejemplo gráfico lo tenemos gracias al portal Stream Charts, que rastrea los datos de los directos del canal principal de la competición:
Hay que aclarar que la imagen corresponde a la media de espectadores concurrentes en ese canal concreto y que no incluye los datos de los directos del resto de streamers que compiten (Gerard Romero, xBuyer, Ibai, Perxita, DjMaRiiO, TheGrefg, etc.) y que aumentan ligeramente esas cifras medias.
De hecho, si se hace un balance del año, vemos que las competiciones masculinas en 2023, es decir, los dos splits de la Kings League y la Kings Cup, han ido en paulatina bajada. De esa media de 557 mil espectadores de la primera competición a la mitad en la última. Algo que también parece pasar tanto con al competición femenina (la Queens League) como al torneo mixto (Kingdom Cup).
Uno de los posibles factores que parece haber influido en esta bajada gradual es, en mi opinión, la sensación de que han sobreexplotado una buena idea demasiado rápido, proponiendo (sin contar la Prince Cup) un puñado de competiciones seguidas que, si bien son distintas, cuentan con los mismos equipos, sean femeninos o masculinos.
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