Sara Flamenco

En nuestro país, somos bastante felices. Al menos eso nos dice el Informe Mundial sobre la Felicidad 2022, que coloca a España en el puesto 29 de entre 156 países. Y es que la gran mayoría de las personas persiguen ese objetivo en su vida,
la felicidad, lo que les lleva a hacer grandes cosas para conseguirlo. Pero, ¿y si te dijéramos que la felicidad no está en los grandes actos sino en los pequeños hábitos que podemos cultivar en nuestro día a día?

Como lo oyes. Según Laura Kubanzky, codirectora del Centro Kum Sheung para la Salud y la Felicidad de la Escuela TH Chan de Salud Pública de Harvard, el optimismo, una cualidad necesaria para ser feliz, es hereditario en un 20%-30%, pero el resto procede de otras variables que pueden construirse. ¿Y cómo? Implementando ciertos hábitos en tu día a día.

Los hábitos de tu día a día que te convertirán en una persona más feliz

1. Practica la gratitud

Por nuestra condición humana nos cuesta más ser negativos que positivos. Esto es lo que se conoce como sesgo de negatividad, que nos hace recordar más lo malo que lo bueno. Pero todos podemos encontrar razones por las que estar agradecido, lo que te hará pensar en todas las cosas positivas que te rodean y, por tanto, estar más feliz.

Por ello, da las gracias todas las mañanas al despertarte por todo lo bueno que tienes en tu vida, porque esto aumentará tu
dopamina y serotonina de manera natural. Si al principio no te sale, puedes probar a escribir esas cosas positivas en un papel, para así poder leerlo cada mañana y dar las gracias por ello.

2. Disfruta de la naturaleza

Tan sencillo como esto. Visitar la naturaleza con asiduidad, contemplar el paisaje y la vegetación, te hará sentirte más feliz con tu vida. No sólo eso, sino que diversos estudios aseguran que un paseo por la naturaleza puede ayudarte a reducir el estrés del día a día y levantar tu estado de ánimo.

Mujer con el pelo afro sonriendo y sentada en unas escaleras. / Foto de luizclas en Pexels.

3. Se más amable

Aunque no veas la relación, hacer a
lgo bueno por los demás también hará que tú te sientas más feliz. No hace falta que hagas grandes cosas, pero identificar esas cualidades que pueden sacar una sonrisa a los que te rodean hará que te sientas querido y valorado (y que te quieran y te valoren más, por cierto).

4. Tómate un descanso

«Hay que trabajar duro para alcanzar el éxito«, dicen algunos. Y sí, nadie consigue nada tumbándose en el sofá, pero eso no significa que tengas que estar trabajando constantemente. Tomarte un descanso hará que tu cerebro resetee, lo que te dará más energía para el resto del día. Los expertos recomiendan tomarse un descanso de cinco minutos por cada hora trabajada.

5. Establece objetivos realistas

Tener metas hará que tu estrés y ansiedad disminuya, además de mejorar tu capacidad resolutiva. Eso sí, tus objetivos deben ser alcanzables para que la frustración no te invada si no los consigues. Las pequeñas metas de tu día a día te harán sentirte motivado y satisfecho, ponlas en práctica.

6. Practica la meditación

La meditación practicada con regularidad nos ayuda a disminuir los sentimientos de depresión y ansiedad. En 1992, gracias a los estudios realizados al Dalai Lama mientras meditaba, se descubrió que los monjes budistas podían llegar a un estado emocional más profundo que el de la mayoría de la gente, lo que les hace ser más felices.

7. Aprovecha tus puntos fuertes

Según la Universidad de California, debes identificar tus
aptitudes positivas y hacer una lista de actividades que giran en torno a ellas y que puedas hacer en tu día a día. Así, cada día, puedes explotar uno de
esos puntos fuertes, lo que te hará sentirte reforzado y satisfecho contigo mismo.

8. Gestiona la frustración

Sí, siempre nos ocurrirán cosas negativas, eso es imposible de controlar. Pero de ti depende la lectura que hagas de lo que te ha ocurrido. Si consigues sacar una lectura positiva de todo lo que te ocurre, gestionando la frustración que te ha generado y buscando alternativas, serás mucho más feliz que si te hundes ante la primera adversidad.