Elena Romero Vargas

En la plaza de Cibeles, entre el madrileño Paseo del Prado y la calle Alcalá, se encuentra uno de los edificios más impresionantes de la ciudad. Esta construcción con más de dos siglos de historia es desde 1990 la sede de la Casa de América, pero antes de ser un organismo público este palacio fue la residencia de los primeros marqueses de Linares, los protagonistas de la historia de miedo local que tienes que conocer para vivir el Halloween más aterrador sin salir de la ciudad.

José de Murga y Reolid y Raimunda de Osorio y Ortega fueron los primeros marqueses de Linares que, en 1884 convirtieron el antiguo Palacio de Murga en su hogar, que desde ese momento pasó a conocerse como Palacio de Linares. Pero para conocer la historia completa, hay que remontarse unos años antes.

Un joven José, hijo del comercial Mateo de Murga y Michelena, quedó prendado de Raimunda, hija de una hermosa cigarrera de Lavapiés. Cuando José le contó a su padre sobre su enamoramiento, éste se negó a aprobar la relación. Su negativa llegó a tal punto que mandó a su hijo a estudiar a Londres, pero ni la distancia pudo romper la fuerte historia de amor que había comenzado entre los muchachos.

A su vuelta de Londres, la pareja contrajo matrimonio en contra de la voluntad del progenitor del chico. Sin embargo, Mateo de Murga y Minchela tenía razones de peso para oponerse a su enlace que el joven matrimonio no tardó en descubrir y que cambiaría el rumbo de su vida y de su muerte: José y Raimunda eran hermanos de padre, fruto de una relación extramatrimonial que de Murga tuvo con la cigarrera de Lavapiés.

Palacio de Linares / CASA AMÉRICA

Cuando descubrieron que su relación era incestuosa y temiendo el escándalo que eso podría despertar en la sociedad del momento, la pareja acudió al Papa Pío IX para conseguir una bula Casti convivere que les permitía vivir juntos pero en castidad. Pero era demasiado tarde. Para cuando consiguieron la bula, José y Raiumunda ya habían engendrado una niña a la que pusieron el nombre de su madre, aunque todo el mundo la conoce como Raiumundita.

Sin embargo, la existencia de Raiumundita solo recordaba a sus padres lo turbio de su unión, por eso decidieron asesinarla. La leyenda maneja dos versiones: o la ahogaron en el pozo o la emparedaron, pero en cualquier caso, acabaron de manera brutal con la vida de la pequeña. Desde entonces, se dice que
su fantasma vaga por las estancias del palacio y se puede escuchar cómo Raimundita llora y se lamenta de su triste final y la falta de amor de sus padres.

Pero, aunque la niña sea la gran protagonista de la historia y la principal presencia que expertos y curisosos afirman haber visto y oído, Raimundita no está sola. La leyenda habla también de la presencia del fantasma de sus padres, que después del trágico final que le dieron a su hija y el peso de sus actos, no lograron descansar en paz y vagan por las distintas dependencias de uno de los edificios más majestuosos de Madrid y con una de las historias paranormales más sonadas de la ciudad.

Pero la Casa de América no es el único edificio que entraña una leyenda que pone la piel de gallina. La realidad es que Madrid está plagado de edificios y lugares con historias paranormales, muchos tan famosos y tan a la vista que asusta que, cuando conoces sus entresijos, asustan aún más. Estos son algunos de ellos:

Calle Antonio Grilo, nº3, barrio de Malasaña / sede celectrónica del catastro

Número 3 de la calle Antonio Grilo, en Malasaña

Malasaña es uno de los barrios de moda de la ciudad, pero no todo es fiesta y diversión en sus calles: también existe una leyenda que tiñe de negro su historia, más concretamente, la historia del número 3 de la calle Antonio Grilo. La que ya es conocida con el sobrenombre de «casa maldita» se ganó su fama en 1945, cuando un sastre acabó con la vida de su mujer y sus cinco hijos, expuso sus cadáveres en el balcón y luego se suicidó con un tiro. Aunque esta es la historia más sonada, los crímenes no dejaron de sucederse desde muchos años antes: parricidios, accidentes, suicidios y hasta muertes en extrañas circunstancias. La sombra que cubre esta calle de Malasaña es tal que incluso inspiró la película de Paco Plaza, Malasaña 32 (2020).

Metro de Tirso de Molina / turismo madrid

Estación de metro de Tirso de Molina

La estación de metro de Tirso de Molina fue inaugurada en 1921 con el nombre de Progreso, que es como se llamaba la plaza en la que estaba ubicada. Pero antes de que llegase el metro ya pasaban cosas en ese lugar que tienen una importancia capital para entender esta historia de fantasmas. Donde hoy está la estación de metro se ubicó hasta 1834 el Convento de la Merced. La tradición marcaba que, cuando un fraile fallecía, se enterraban en el mismo convento. Cuando comenzaron las obras del metro, descubrieron los restos de los cadáveres de los frailes, pero en vez de enterrarlos, decidieron ocultarlos tras los azulejos del metro. Muchos viajeros aseguran haber escuchado voces y lamentos de estos frailes que quedaron emparedados en los andenes y pasillos. Pero no es la única leyenda negra relacionada con la estación. También se habla de una anciana muerta que se sube a los vagones del metro y que mira fijamente y de manera inquierante a los pasajeros que tienen la osadía de compartir viaje con ella.

Museo Reina Sofía / turismo madrid

Museo Reina Sofía de Madrid

Ni los espacios culturales más prestigiosos de la ciudad se libran de su leyenda de terror. Es el caso del Museo Reina Sofía de Madrid, que además de guardar entre sus muros algunas de las obras de arte más importantes de la historia, también conserva, según algunos visitantes, los recuerdos más escalofriantes de su pasado. En el S.XVI este lugar estaba ocupado por un hospital donde cada día fallecían multitud de personas. Los cuerpos que no eran reclamados se enterraban en el sótano del hospital, y muchos de esos restos siguen hoy a los pies del museo. Desde el momento de su inauguración, vigilantes y turistas han explicado cómo han oido pisadas, conversaciones y sentido presencias que parecían no venir de ninguna parte.

Casa de las Siete Chimeneas / TURISMO MADRID

La Casa de las Siete Chimeneas

Raimundita no es el único fantasma con nombre propio que vaga por Madrid. Otra de las más populares en la esfera paranormal madrileña es Elena, el fantasma que pasea por los rejados de la Casa de las Siete Chimeneas. El edificio situado en la Plaza del Rey, según cuenta la leyenda, fue construido por órdenes del rey Felipe II para dar cobijo a Elena, una joven de extraña belleza que no tardó en convertirse en su amante. Sin embargo, por la condición social de la chica, su amor no prosperó y acabó casándose con el capitán Zapata, con la mala suerte de que falleció en la guerra de Flandes y Elena quedó viuda y triste muy joven. Su tristeza era tal que, en cuanto encontraron su cuerpo sin vida, no se dudó ni un segundo en que la causa de su muerte había sido la pena. Sin embargo, se acabó por descubrir que Elena, en realidad, había sido asesinada, y la situación se complicó aún más cuando su cuerpo desapareció. Desde entonces, no han sido pocos los testigos que han asegurado ver la silueta de una mujer vestida de blanco andando por los tejados de este edificio.