El Loco Gatti en la Bombonera, 20 años después

Hugo Orlando Gatti es más que uno de los grandes ídolos de la historia xeneize. Es mucho más que sus 417 partidos oficiales con la azul y oro (y 548 totales). Fue un verdadero adelantado a su época, el que impulsó el arquero-jugador que hoy es habitual, el futbolista más longevo del fútbol argentino (jugó hasta los 44 años) y el de más partidos en Primera (765). Bicampeón de América y campeón del mundo, el Loco es una marca registrada de Boca, un emblema, una leyenda. Por eso, su presencia en la Bombonera, 20 años después, revolucionó el club.

Sí, radicado en España, hacía dos décadas que Gatti no visitaba el Templo que lo vio brillar por 12 años. Invitado por el departamento de cultura del club, recorrió las instalaciones y hasta se emocionó al encontrarse con la estatua de Juan Carlos Lorenzo, el DT con el que ganó todo. «¿Qué recuerdos me trae? El Toto es un maestro, el mejor, lejos el mejor…», dijo en declaraciones a Cadena Xeneize, que compartió la caminata con el ídolo.

Luego, en su recorrida por la Bombonera, volvió a contemplar el estadio desde la platea baja. «Acá te daba más ganas de jugar», dijo primero, con nostalgia. «Muy lindo está el estadio. ¿Allá está La Doce, no? Allá era donde me puteaban», bromeó, señalando la cabecera que da a Casa Amarilla. Pero a la hora de elegir su arco preferido, no dudó: «Ese mismo, el que daba a La Doce, porque siempre transmitía algo especial. Los dos son importantes, pero aquél es más», sostuvo.

Y siguió asombrado con el Templo. «Quedó muy linda la cancha, la verdad», insistió. Y sin querer, se metió en uno de los temas de Estado del hincha de Boca, la escasa capacidad de la Bombonera y las propuestas de remodelación o mudanza, que jugarán políticamente en estas elecciones. «Esta cancha es chica, pero… ¿cómo la sacás? Esto es una tradición, mover esto y la gente, ¿va a ser difícil, no? Porque algún día la van a hacer más grande…», se resignó a esa realidad.

La visita del Loco a la Bombonera, invitado por el departamento de cultura del club, tuvo también otro motivo especial: además de volver a tenerlo cerca, Gatti tendrá su propia estatua, como ya la poseen otros grandes emblemas de la historia del club: Lorenzo, Bianchi, Maradona, Riquelme, Guillermo, Palermo, Suñé, Marzolini, Mouzo, Rojitas y Rattín.

La escultura, que inmortalizará al Loco, se conocerá en poco tiempo y también se exhibirá en las entrañas del Templo, donde se hicieron eternos los demás jugadores y técnicos que hicieron grande a Boca.