En el Ipem 311 Pablo Gaitán, en barrio Santa Isabel II Sección, los alumnos pierden días de clase por reclamos edilicios irresueltos.
Cronicamos ayer que la escuela Vicente Forestieri, en Villa El Libertador, está tomada en forma pacífica por los padres de los alumnos por reclamos de problemas de infraestructura en el lugar. Pero en el Ipem 311 están así desde el 19 de abril, día en que se robaron la bomba sumergible del sistema de tratamiento de líquidos cloacales y aún no fue repuesta.
Además del Ipem, el problema afecta a dos instituciones contiguas: el jardín de infantes Pablo Neruda y la escuela provincial Jorge Osvaldo León. Aunque estas dos últimas instituciones pueden funcionar porque a diario un camión desagota los líquidos de las cámaras. En el Ipem esto es imposible porque la institución funciona desde la mañana hasta la noche.
“Las tres instituciones funcionan con la misma bomba”, comenta Jimena Acosta, mamá de una alumna del Ipem. “Desde el 19 de abril que empezamos con el problema todavía no tenemos novedad de nada”.
“Más de diez días sin clases”, llevan los chicos, según esta mamá.
El problema evidencia, además, la falta de coordinación entre las direcciones de las tres instituciones para reclamar en forma conjunta.
“Queremos juntar a las tres instituciones para pechar todos juntos y obtener una solución”, dice la mamá. El centro vecinal de Santa Isabel II apoya el reclamo de los pocos padres que se juntaron para exigir una solución a las autoridades.
“Lo que pasa es que el colegio con el camión atmosférico desagotan y tienen clases, pero en la secundaria no podes porque funciona de la mañana a la noche”, dice Jimena. Además del turno mañana y tarde, en el Ipem funciona un programa de terminalidad educativa y un Cenma.
“Los chicos salen con dolor de cabeza y de los ojos por el olor”, describe Acosta.
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